La tribuna local estalló en mil gritos, en un desahogo interminable, en el instante en el que la pelota pegó en el borde del aro y se fue. Con esa cuota de fortuna, en un cierre realmente para el infarto, Racing se aseguró eso por lo que tanto había luchado durante 40 minutos: el triunfo en el primer partido de la serie de semifinales del torneo de FEBAMBA. Ante Caza y Pesca, un rival dificilísimo que se plantó de igual a igual, la Academia pisó fuerte en la segunda parte del encuentro  y se impuso agónicamente por 63 a 61. 

Todo el mundo sabía que la cita sería compleja. Sebastián Intonio puso de movida un quinteto de lujo: Maximiliano Bertolino, Leonardo Fabiano, Claudio Cepeda, Franco Ojeda y Sebastián Cacciola. Después, ingresaron Neri Ihitz, Nicolás González y Franco Farina. No fue bueno el arranque porque el conjunto de Don Torcuato encontró la fórmula para golpear de contraataque y pudo sacar ventaja bastante rápido. El primer cuarto terminó 22 a 12 y la distancia en el marcador se sostuvo en el segundo parcial. 

Con Bertolino cansado por la presión, el técnico debió buscar alternativas y trató de fortalecer al equipo desde la defensa. La marca en zona fue la solución para forzar a que la visita arriesgara con tiros desde afuera. El duelo se emparejó y el descanso halló a Racing abajo por 33 a 31. El despertar del dueño de casa llegó de la mano de Cepeda, que tuvo una ráfaga de contundencia imparable y metió 10 puntos seguidos para poner a los suyos en ventaja. Sin embargo, Caza y Pesca se recuperó y volvió a tomar la delantera nuevamente. Quedaba el último tramo para ir por todo.

Debía aparecer la garra. Y apareció. Tenía que asomar el talento. Y asomó. Racing jugó con todo y fue por el premio mayor de la noche. A falta de dos segundos, Ihitz capturó un rebote perdido y anotó para ponerle suspenso a la escena. En la bola definitiva, la suerte jugó con la camiseta celeste y blanca y la Academia se quedó con todo. Ahora será el turno de ir el miércoles por la noche a Don Torcuato a jugarse la clasificación. Por supuesto que se puede. 

Fotos: Paola Lara.