La obligación era dar la cara ante uno de los rivales de más jerarquía de la zona y Racing no trastabilló en la tarea. Pese a que perdió por 88 a 82 en el duelo de la segunda fecha del Torneo Federal de Básquet, la Academia se plantó ante Ramos Mejía en el Microestadio Rancho Garden y puso en serios aprietos a un adversario que supo capitalizar sus mejores momentos para quedarse con la victoria. Con atrevimiento y con compromiso, el equipo de Germán Intonio se llevó de la noche del viernes la bronca por el resultado pero la tranquilidad de saber que no es menos que nadie.

La ráfaga del arranque –un contundente 9 a 0- le permitió a la visita generar sorpresa en el oeste del conurbano bonaerense y llenarse de confianza para encarar el encuentro. La intensidad en cada movimiento fue el sello distintivo de un conjunto que se puso como objetivo limitar al máximo el amplio abanico de variantes ofensivas del dueño de casa. Ahogar a Kevin Jerez Pilotti, la principal carta de ataque del anfitrión, fue un trabajo que Nicolás Paciotti desplegó con bastante eficacia durante la primera mitad. El primer cuarto terminó 20 a 15 para la Academia y al descanso se fueron los de Avellaneda arriba por 45 a 40. Estaba claro que, si le tocaba caer, Racing iba a vender caro el traspié.

Intonio rotó consecutivamente los nombres. De entrada, estuvieron Paciotti, Julián Aguirre, Gonzalo Álvarez, Mariano Franco y Martín Zekas. Fueron entrando, con el correr de los minutos, Maximiliano Bertolino, Ignacio García e Iván Antoniuk. De a poco, Ramos Mejía empezó a acomodarse y fue aprovechando cada desacierto visitante para revertir la historia. Jerez Pilotti aumentó su efectividad en los lanzamientos y Racing no pudo concretar varias oportunidades nítidas debajo del aro. Y así, en un cierre que fue perdiendo emoción dado que los locales sacaron una ventaja considerable. Sin embargo, la Academia no se dio por vencida en ningún momento y cerró su presentación con un triple de Franco que puso de manifiesto la decisión de este plantel de no entregarse jamás.    

Foto: Paola Lara.