La cabeza tuvo un papel fundamental. Veníamos de perder tres partidos al hilo y, en esas situaciones, no es fácil analizar las derrotas y entender qué pasó en cada encuentro. Suele pasar entonces que, frente a la primera adversidad, todo se derrumba y se tiende a creer que otra vez no habrá victoria. Por eso es complicado dejar atrás este tipo de rachas. Pero nosotros pudimos y eso no es poco.

En este contexto jugamos el viernes ante Estudiantil Porteño. Hicimos un primer tiempo de buen nivel. Se notó con creces que el equipo salió con una actitud renovada. Manejamos la primera mitad: alcanzamos parciales de 10 a 2, dimos 8 asistencias, defendimos bien y pudimos correr y pasarnos la pelota. Ellos trataron de acortar la distancia pero tuvimos el aplomo necesario para mantenernos arriba y, con un triple sobre la chicharra, nos fuimos con 14 puntos de ventaja al descanso.

Nada hacía imaginar que íbamos a tener un arranque como el que tuvimos en el segundo tiempo. Perdimos pelotas en la primera línea y nos anotaron con facilidad. A partir de ahí, empezó a pesarnos lo mental. De a poco, nos fuimos derrumbando y dejamos que ellos convirtieran con comodidad. Caímos en una laguna mental, fallamos con ataques sin sorpresa y se nos vinieron encima. 

El momento crítico fue cuando pasaron al frente en el marcador. Rescato especialmente el temple del equipo para sobreponerse al golpe. Franco y Aguirre estaban afuera por cinco faltas. Y Antoniuk no pudo jugar por lesión. Así que fuimos puro corazón: cuando parecía que se escapaba, logramos empatar y forzamos el suplementario. 

Ahí ya no hubo análisis tácticos. Bertolino se paró de pivot y Álvarez, de ala-pivot. Con la mayoría en puestos que no son los habituales, mostramos la decisión de ir a buscarlo, convertimos los primeros puntos, defendimos bien y ganamos un partido importante desde lo anímico.

Ahora se nos viene una seguidilla complicada de tres compromisos afuera de casa. Si bien a Huracán de San Justo y a Lanús les ganamos, la realidad es que son rivales duros que están atravesando un buen momento. Sabemos que vamos a tener que limar detalles para no dar ventajas. Queremos enfrentar estos juegos de la mejor manera y vamos a encarar el desafío con optimismo.