Lo dijo con la misma ternura con la que abrazó a su tío cuando Gustavo Bou convirtió el gol con el que Racing le ganó agónicamente a Godoy Cruz: “Mientras acá desaparecían personas, en la cancha de River se jugaba el mundial. Por eso se hace este torneo de ajedrez: para recordar a toda la gente que mataron”. Santino Aguilera Ronsino tiene nada más que siete años pero entendió gracias al deporte qué cosas no deben ocurrir nunca más en la Argentina. 

Representante de Racing en el Torneo Memoria, Verdad y Justicia (Copa Rodolfo Walsh), Santino vivió un domingo inolvidable en la ex Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA) junto a otros 100 ajedrecistas y demostró que jugar y aprender pueden funcionar como perfectos complementos. Como si la experiencia no fuera suficiente para terminar la tarde entre conmociones, le fue realmente bien en la competencia y obtuvo el primer lugar en la categoría Sub 8. En reconocimiento a su rendimiento delante del tablero, recibió de manos de Claudio Morressi, una de las caras visibles del Espacio Deportes y Derechos Humanos, un trofeo, una medalla y un libro.

Pero eso no fue todo. Además de recorrer parte del ex centro clandestino de detención, la gran promesa del ajedrez académico escuchó cantar al coro de la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo y conoció la historia de Gustavo Bruzzone, un maestro en el arte de mover las piezas que fue desaparecido el 19 de marzo de 1977 por la dictadura cívico-militar.

Ilusionado con seguir mejorando, Santino, que venía de ser segundo en un certamen que se disputó el sábado en Villa Ballester, ya aguarda por el próximo desafío. Toque donde le toque jugar, sabe que tendrá que llevar encima la memoria.