No importa la distancia, no interesa la competencia. El Departamento del Hincha, a esta altura un área especializada en armar viajes al exterior, lo volvió a hacer. Racing jugará el jueves en Colombia y estará acompañado por una buena cantidad de hinchas. Muchos de ellos eligieron sumarse a la propuesta del club con la garantía de que la calidad del servicio está fuera de discusión. “Nos alegra que la gente siga confiando en nosotros porque significa que se están haciendo las cosas bien. Lo que más nos preocupa es que quienes vengan con nosotros disfruten de la experiencia sin tener que estar atentos a los detalles”, señaló Pablo Delpiero, uno de los responsables del sector.

La travesía se inició en la madrugada del miércoles. Con la almohada todavía estampada en la cara, el grupo se reunió en la Terminal C del aeropuerto de Ezeiza para aguardar a que el avión de Aerolíneas Argentinas partiera rumbo a Bogotá. La extensa espera no fue motivo suficiente para que las sonrisas se disiparan y muchos aprovecharon las seis horas del primer vuelo para recuperar el sueño de la noche anterior. Entre trámites y anécdotas de experiencias pasadas, la escala se escurrió enseguida y el segundo avión se despegó del suelo ya con la ansiedad devorando la paciencia de los pasajeros.

Un paisaje repleto de verde, típico de un clima subtropical, recibió a una delegación decidida a disfrutar de la noche de Medellín a la espera de la visita al estadio Alberto Grisales. Un micro grande, con el relato del encuentro entre Atlético Nacional y Jaguares de fondo, se dirigió a toda marcha, a través de un sinfín de curvas, hasta el Hotel Merlott, en la zona de Poblado. “Tratamos de cuidar cada pequeña cuestión del viaje porque entendemos que es importante que Racing les ofrezca a sus hinchas una vía para seguir al equipo en la que el margen de riesgo sea mínimo”, explicó Javier De Soza, la otra cara visible del Departamento del Hincha.

Con la esperanza de lograr la clasificación, la gente de la Academia ya está instalada en Colombia. Desde ahora hasta el momento de partir hacia la cancha, las camisetas celestes y blancas deambularán a la caza de la leyenda de Pablo Escobar. Después sí llegará el tiempo de empujar a los jugadores hacia el triunfo.