Primera verdad que está clara: la historia no empezó ayer. Segunda verdad indiscutible: la historia merece ser contada. Tercera verdad irrefutable: es fundamental conocer la historia para saber quién es uno y hacia dónde va uno. Racing, con 111 años de vida, con un pasado repleto de gloria, tuvo a lo largo de tantos años símbolos que forjaron la identidad del club, que desataron el amor de multitudes y que le entregaron la grandeza de la que todavía hoy disfruta. Por eso, como homenaje respetuoso, como saludo eterno, se los recuerda en las fechas que ya les pertenecen. A los ídolos académicos, simplemente gracias. 

Era pura presencia. Era cuestión de ir, de meter, de imponer respeto, de plantarse en las dos áreas, de saltar más alto que todos para cabecear a la red. Alfredo Alfio Basile, nacido el 1 de noviembre en la ciudad bonaerense de Bahía Blanca, no tardó demasiado en volverse un emblema del conjunto de Avellaneda porque su capacidad de contagiar ganas era infinita. Después de comenzar a mostrar jerarquía en el Club Bella Vista, una pequeña institución de su localidad natal, llegó a Racing en 1964 –lo hizo debutar en Primera José Della Torre- y permaneció hasta 1970.

En ese período, no solamente ganó todo sino que disputó 186 partidos y convirtió 20 goles que lo transformaron en uno de los hombres con más presencias de la época. Aunque en sus inicios se ubicó como mediocampista central, con el tiempo pasó a pararse como marcador central y formó junto a Roberto Perfumo una de las zagas más memorables que hayan jugado en la Academia. Titular indiscutido en el Equipo de José, obtuvo el título local en 1966, la Libertadores en 1967 –convirtió un tanto en el triunfo por 5 a 2 ante Independiente Medellín- y la Intercontinental también en 1967. Continuó su carrera en Huracán, donde se consagró en 1973. 

No quedó ahí su relación con Racing. Fue entrenador en cuatro períodos: primero, en 1977; segundo, entre 1985 y 1989; tercero, entre 1996 y 1997; y, cuarto, en 2012. Su etapa más gloriosa fue cuando consiguió el ascenso a la máxima categoría en 1985 y la Supercopa en 1988. Con futbolistas de gran categoría como Rubén Paz, armó un conjunto vistoso y ofensivo que obtuvo el elogio de los hinchas. También fue el técnico durante la Libertadores de 1997, cuando Racing alcanzó las semifinales de la competencia continental. 

Basile, que siempre estará ligado a estos colores, cumple hoy 71 años. Como deber ser, el club le manda un fraternal saludo  a un símbolo inolvidable.