Efemérides

Ídolos académicos: Natalio Perinetti, goles y gambetas por doquier

Domingo 24 de Mayo de 2015
Pantalonazo llegó a Racing en 1913, brilló como puntero durante muchos años y se consagró cinco veces por torneos locales. Formó una dupla maravillosa con Pedro Ochoa y convirtió 115 goles oficiales. Murió el 24 de mayo de 1985 y todo el club lo recuerda. 
Ídolos académicos: Natalio Perinetti, goles y gambetas por doquier
Primera verdad que está clara: la historia no empezó ayer. Segunda verdad indiscutible: la historia merece ser contada. Tercera verdad irrefutable: es fundamental conocer la historia para saber quién es uno y hacia dónde va uno. Racing, con 112 años de vida, con un pasado repleto de gloria, tuvo a lo largo de tantos años símbolos que forjaron la identidad del club, que desataron el amor de multitudes y que le entregaron la grandeza de la que todavía hoy disfruta. Por eso, como homenaje respetuoso, como saludo eterno, se los recuerda en las fechas que ya les pertenecen. A los ídolos académicos, simplemente gracias. 

Por un lado y por el otro del ataque, Natalio Perinetti dejó su sello estampado. Hábil, veloz y desequilibrante, fue justo acreedor de aplausos porque en el mano a mano era imparable y porque, de cara al arquero, solía acertar y mandar la pelota en la red. Los números lo avalan: en total, entre el amateurismo y el profesionalismo, marcó 115 goles oficiales. Nacido el 28 de diciembre de 1900, llegó al club en 1913 de la mano de Juan Nelusco, uno de sus hermanos. Antes, había pasado por Talleres United debido a que otro de sus hermanos, Raúl, era fundador de esa institución. Bien de chico conoció a quien sería su gran socio a lo largo de su carrera: Pedro Ochoa. Juntos se ocuparon de enloquecer a todas las defensas que se les pusieron por delante.

Pantalozano, como lo apodaban sus compañeros, ganó con la camiseta celeste y blanca los títulos de 1917, de 1918, de 1919, de 1921 y de 1925. Además, se consagró en la Copa Aldao de 1917 y de 1918, en la Copa de Honor de 1917, en la Copa Ibarguren de 1917 y de 1918, en la Copa Beccar Varela de 1932 y en la Copa Competencia de 1933. En cada una de esas conquistas, tuvo un rol protagónico. Tan identificado estaba este delantero con la Academia que, en alguna entrevista, explicó: “la blanca y celeste yo nunca me la saqué porque, cuando jugaba en River, llevaba debajo la camiseta de Racing”. 

Además, gracias a su talento, fue convocado muchas veces a la Selección. Formó parte del plantel nacional que ganó el Sudamericano de 1927 en Lima. También jugó en los Juegos Olímpicos de Amsterdam en 1928 y en el Mundial de 1930 en Uruguay. Pasó por Temperley y por River pero en ningún lado cosechó tantas alegrías como en Avellaneda.

Perinetti falleció el 24 de mayo de 1985 y Racing, a 30 años de su partida, lo recuerda con mucho afecto.