Efemérides

Ídolos académicos: Roberto D'Alessandro, un jugador de aquellos

Viernes 21 de Octubre de 2016
De indudable jerarquía, arribó al club en 1943 y permaneció hasta 1947. Ganó la Copa Británica de 1945 y fue referente para la hinchada durante mucho tiempo. Falleció el 21 de octubre de 1959 y aún hoy perdura en la memoria racinguista.
Ídolos académicos: Roberto D'Alessandro, un jugador de aquellos
Primera verdad que está clara: la historia no empezó ayer. Segunda verdad indiscutible: la historia merece ser contada. Tercera verdad irrefutable: es fundamental conocer la historia para saber quién es uno y hacia dónde va uno. Racing, con 113 años de vida, con un pasado repleto de gloria, tuvo a lo largo de tantos años símbolos que forjaron la identidad del club, que desataron el amor de multitudes y que le entregaron la grandeza de la que todavía hoy disfruta. Por eso, como homenaje respetuoso, como saludo eterno, se los recuerda en las fechas que ya les pertenecen. A los ídolos académicos, simplemente gracias. 

Hay casos así. Seguro que los hay. Se puede ganar poco y ser recordado para siempre. A Roberto D’Alessandro le alcanzaron cinco años para que el corazón del hincha quedara rendido a sus pies. Nacido el 23 de abril de 1919, el crack de la localidad santafesina de Arroyo Seco llegó a Racing en 1943, con 24 años, tras haber pasado por Rosario Central y por River. Enseguida, se transformó en una figura emblemática de un equipo que, por esos tiempos, no consiguió reinar en el fútbol argentino. Los méritos de este delantero están a la vista: adentro del área, era verdaderamente letal, algo que se justifica fácilmente con el elevado promedio de gol que mostró a lo largo de su carrera.

Debutó con la camiseta celeste y blanca el 18 de abril de 1943, en el arranque del torneo de Primera División, en una derrota frente a Boca por 3 a 1. Su bautismo en la red tuvo lugar poco después, más precisamente el 2 de mayo, en un empate 1 a 1 ante Lanús. A lo largo de su estadía en la institución, disputó 99 partidos y convirtió 64 goles –más 3 por copas y 37 por amistosos-, lo que da una media de, nada más ni nada menos, 0,64. Su gran alegría con Racing fue haber levantado la Copa Británica en 1945. Más allá de que se quedó con la espina de no coronarse en el campeonato local, sus rendimientos siempre fueron destacados.

Jugó por última vez con la casaca académica el 19 de octubre de 1947. Fue contra Estudiantes, en una caída por 2 a 1 como local –todavía no estaba inaugurado el Cilindro-. Pese a su jerarquía indiscutida, nunca logró consolidarse en la Selección. Esa, probablemente, haya sido otra de sus cuentas pendientes. La llegada de Rubén Bravo lo fue relegando y, finalmente, decidió retirarse del fútbol profesional. 

Cuando D’Alessandro falleció a los 56 años, una honda tristeza se asentó en Avellaneda. Hoy, a tantas temporadas de su partida, Racing lo recuerda con el orgullo de saberlo un verdadero fenómeno.