Efemérides

Ídolos académicos: Roberto Perfumo, Mariscal eterno

Viernes 10 de Marzo de 2017
Vistió la camiseta de Racing entre 1964 y 1971 y ganó todo: el campeonato local en 1966, la Libertadores de 1967 y la Copa Intercontinental en el Estadio Centenario. Hoy se cumple un año de su partida y el club lo recuerda con orgullo.
El Club
Primera verdad que está clara: la historia no empezó ayer. Segunda verdad indiscutible: la historia merece ser contada. Tercera verdad irrefutable: es fundamental conocer la historia para saber quién es uno y hacia dónde va uno. Racing, con 113 años de vida, con un pasado repleto de gloria, tuvo a lo largo de tantos años símbolos que forjaron la identidad del club, que desataron el amor de multitudes y que le entregaron la grandeza de la que todavía hoy disfruta. Por eso, como homenaje respetuoso, como saludo eterno, se los recuerda en las fechas que ya les pertenecen. A los ídolos académicos, simplemente gracias. 

Las leyendas no mienten. Y este caso no es la excepción. Dicen que sus compañeros se iban al ataque y que él solito era capaz de detener a un ejército de delanteros. Narran las crónicas de la época que su presencia en el área propia era suficiente para atemorizar a los jugadores más desequilibrantes. Recuerdan los futboleros de antaño que Roberto Perfumo, nacido el 3 de octubre de 1942 en la localidad de Sarandí, surgido en Pulqui, un equipo de su barrio, era un defensor excepcional que ofrecía garantías absolutas para que los demás fueran al frente todas las veces que fuera necesario. Aseguran los que saben que fue uno de los mejores de la historia en su puesto. Por suerte, brilló en Racing durante muchos años.

Llegó al Cilindro en 1960 pero recién debutó en Primera en 1964. El Mariscal, como se lo apodó por sus características dentro de la cancha, permaneció en Avellaneda hasta 1971 y, en total, disputó 232 partidos y convirtió 17 goles. A lo largo de ese período, fue, cosa obvia por sus grandes rendimientos, símbolo indiscutido en su puesto. Conoció la gloria máxima vistiendo la camiseta celeste y blanca: en 1966, conquistó el torneo local; en 1967, ganó la Copa Libertadores ante Nacional de Montevideo –jugando los 20 encuentros del certamen-; y, también en 1967, levantó la Copa Intercontinental en el Estadio Centenario. Juan José Pizzuti, su técnico en ese momento, lo describió alguna vez como alguien “ligero, fuerte y buen sacador con las dos piernas”. 

De Racing se fue al exterior para seguir su carrera en Cruzeiro. En 1975, regresó al país para exponer su categoría en River. En la última etapa de su desarrollo como profesional, se destacó también por la precisión a la hora de ejecutar penales y tiros libres. Por supuesto, debido a sus actuaciones impecables, formó parte de la Selección y participó de los mundiales de Inglaterra 1966 y de Alemania 1974. Podría haber competido en 1970 pero el conjunto nacional no se clasificó. Ya retirado, fue entrenador de la Academia en 1991 y se dedicó al periodismo.

Perfumo falleció el 10 de marzo de 2016 dejando al club hundido en una honda tristeza. Hoy, al cumplirse el primer aniversario de su partida, todos nos ponemos de pie para recordar su grandeza.