El abrazo final en el medio de la cancha, antes del saludo a la parcialidad Racinguista presente en la cancha de Pinocho, lo dijo todo. Sin emitir un sonido. Sin pronunciar una palabra. Tan solo un único y fraternal abrazo, fue el símbolo del desahogo y de la felicidad por haber logrado un objetivo que hace no mucho tiempo atrás se veía como una meta difícil para el futsal. Adentro del campo de juego el equipo acababa de caer por 3 a 0 frente a River Plate. Pero en las tribunas el festejo no tenía nada que ver con ese resultado, sino con el hecho de reconocer la entrega de un plantel que a fuerza de sacrificio, temple y amor propio pudo mantener la categoría. Debido a que UAI Urquiza perdió ante Caballito Juniors, éstos dos equipos descendieron a Segunda División junto a Juvencia. De esta forma Racing se salvó y estará en Primera otra temporada más.
 
El mérito de tanto de los jugadores como del cuerpo técnico al igual que el resto del grupo de trabajo que compone la actividad fue no rendirse ante la adversidad. Racing siempre creyó que podía. Que su futsal le alcanzaba para poder conseguir torcer una historia que había arrancado complicada en la primeras 17 jornadas del Torneo de Primera División 2016.
 
Pero a partir de la fecha número 18 las cosas comenzaron a cambiar. El equipo incorporó a algunas caras nuevas que se sumaron a la estructura ya formada desde el primer semestre. Además Claudio Martino se sumó a la conducción del equipo junto a Daniel Paletta. De esta forma, dos hombres del club se hicieron cargo de la tarea de llevar adelante la dirección técnica del plantel para la segunda rueda del certamen.
 
Y a lo largo de los siguientes partidos la Academia apareció como equipo en las paradas más bravas. Fue de este modo que logró consolidar el camino de su permanencia. Fue de esta manera que, por ejemplo, obtuvo grandes resultados en condición de visitante frente a Pinocho (2-0), Boca Juniors (6-3) y Barracas Central (3-3); tres de los equipos animadores del campeonato.
 
Pero además fue en los duelos directos ante los rivales que también luchaban por asegurar su lugar en Primera, en los que Racing Club pudo establecer una diferencia que terminaría por resultar fundamental. Triunfó ante Juvencia (0.676 de promedio final), también contra Caballito Juniors (1,039) y sólo cayó ante UAI Urquiza (1,00). De esta forma terminó con un promedio de 1,068 gracias a los 34 puntos logrados en los 33 partidos disputados en el año. 

Ahora se vendrá el receso para todo el plantel, pensando en el descanso del final de la temporada y en poder comenzar a proyectar luego el equipo para el próximo año. Por lo pronto es importante destacar lo hecho por este grupo, que a pesar de la adversidad deportiva en varios momentos del certamen, supo levantarse para poder lograr el objetivo de seguir en Primera ¡Felicitaciones Academia!