Lo cambiante del deporte hace que durante un lapso corto de tiempo se deban atravesar múltiples situaciones. Se puede pasar de lo bueno a lo malo a una situación totalmente inversa con la misma rapidez y facilidad. Y a veces no es fácil lidiar con este tipo de circunstancias. Más cuando se es un jugador joven y en especial, cuando se trata de la primera temporada en la Primera de Racing Club. Pero a pesar de sus juveniles 19 años, Kevin Arrieta se las rebuscó bien. Muy bien, en realidad. El pibe, que juega de ala, llegó a las filas académicas a principios del 2016 proveniente de 17 de Agosto a un equipo que se armaba con el objetivo de poder mantener la categoría. Varios meses después y tras mucho sacrificio, el integrante del equipo académico no sólo disfruta de la alegría de haber podido lograr ese objetivo propuesto luego de su llegada al club, sino también de haber vivido algo impensado antes de su llegada a las filas racinguistas: ser convocado al Seleccionado Sub 20 y coronarse campeón del último Sudamericano jugado en Uruguay.

-¿Cuáles crees que fueron las virtudes por las que Racing se quedó en Primera?

-Fuimos muy unidos desde el principio hasta el final. El equipo que se formó es un grupo sensacional. Nos llevamos todos muy bien y tiramos para el mismo lado. Creo que ese fue el factor fundamental a la hora de encarar el objetivo de mantener la categoría. Era lo que tanto quería el club y nosotros también, para no tener que cargar con eso; ya que es algo que lamentablemente no se olvida nunca más. Por suerte pudimos lograr el objetivo y estamos todos muy contentos.

-¿Qué significo haber logrado algo que realmente parecía complicado antes del inicio del torneo?

-Fue algo espectacular. Era lo que tanto queríamos y por lo que peleamos durante todo el año. Y la verdad , salvarnos de esa manera en las fechas finales y tener también muy buenos partidos con triunfos ante Pinocho, Boca, y un empate con Barracas también, fue lo que nos dio mucha fuerza y ganas para salir a cada partido pensando que era el último que jugábamos. Creo que todo el plantel se tomó ese desafío de un modo positivo y por eso quizás no sentimos esa presión de tener que ganar todo durante las últimas cinco fechas. Fue algo que a todo el equipo le cayó muy bien, ya que esperábamos poder hacerlo. Fue un logro muy duro de conseguir, pero al fin y al cabo se logro. Es para lo que nos habíamos mentalizado a principio del 2016 y es algo que siempre vamos a recordar. No sólo se festejan los campeonatos, sino que lograr algo como lo que nosotros conseguimos y dejar a Racing en Primera también es muy importante y que festejamos.

-Desde lo personal ¿Cómo te sentiste desde tu llegada al club y con el paso de las fechas?

-La verdad es que me sentí protagonista en varios partidos por la confianza que me dio el cuerpo técnico, mis compañeros, la gente y la Comisión Directiva, que aposto en mí. Mi llegada a Racing fue por intermedio del cuerpo técnico que estaba en ese momento y siempre les voy a agradecer el hecho de que me hayan llamado. No tan solo por lo que significa estar en un club como Racing, sino porque quería afrontar el desafío de hacer todo para que el equipo se quedara en Primera. Llegué al club sabiendo esa situación. 

-¿Y desde lo estrictamente deportivo como la fuiste llevando?

- En lo individual traté de estar tranquilo a lo largo de todos los partidos. Sabía que contaba con la confianza y el apoyo de todos; así me hizo más fácil. Si no estaba tranquilo, sabía que no iba a jugar; por lo tanto, no iba a rendir a mi nivel y además, las cosas seguramente no iban a salir bien.  Yo llegué de un equipo en el que se peleó por los primeros puestos y el llegar a Racing fue un gran desafío que tuve ganas de afrontar. Me gusta estar en equipos en donde se pelea todo desde lo deportivo y en los que se deja todo en cada entrenamiento y en cada presentación. Es en donde me gusta jugar. Por eso creo que el último fue un año maravilloso. No sólo por lograr quedarnos en la Primera A, sino por las grandes personas, amigos y compañeros que pude conocer en la Academia. Y apuesto a que en este 2017 podamos mantener el nivel que nos hizo lograr el objetivo que nos propusimos, para pensar en grande y pelear arriba en el torneo.

-¿Esto es entonces lo que se ponen como objetivo para este 2017 de competencia?

-Lo primero que nos planteamos con todo el grupo para este año es prepararnos del mejor modo posible durante la pretemporada, para luego intentar pelear el campeonato. Queremos intentar estar al menos entre los primeros cinco equipos de la tabla. Al saber que durante esta temporada no tendremos la presión del promedio, queremos pelear arriba y yendo a buscar cada partido desde el minuto cero como lo hicimos durante el último torneo.

-¿Y desde lo individual? ¿Qué tenés pensado trabajar, pensando en seguir mejorando?

-Creo que tengo que cambiar y mejorar muchas cosas. A lo que más apunto es a seguir creciendo en mi calidad futbolística. Creo que mis compañeros me hicieron saber que como compañero y persona hice las cosas bien. Por eso es que apunto estrictamente a la faceta deportiva. No tanto en mi manera de jugar, sino más bien en detalles puntuales, que son los que favorecen al equipo además de ayudar al jugador desde lo individual. Poder aportar gol y más juego son mis prioridades. Creo que con este pensamiento sumado a la unión del grupo, nos van a posibilitar el poder cumplir con los objetivos planteados para este año. Sé que lo vamos a poder lograr.

-¿Qué podés contar sobre tu convocatoria para el Seleccionado Juvenil y lo que significó ganar el Sudamericano de Uruguay?

-Una convocatoria a la Selección es algo único y muy lindo. La verdad, mi primera convocatoria fue hace tres años para la Sub 18, pero no pude jugar ni entrenar siquiera, ya que estaba con problemas con la institución dueña de mi pase y me quedé sin club justo en ese momento. Eso me ocasionó dejar de jugar al futsal durante dos años. En el 2015 puse volver a jugar otra vez y durante el último año mientras estaba en Racing se me dio la chance de una nueva convocatoria. Fue una sensación muy linda para mí; algo que me puso muy contento. El proceso se fue dando de a poco, a medida que fui ganando minutos de juego con la camiseta de la Academia. Y así llegué a la convocatoria de 14 jugadores para el último Torneo Sudamericano, que se jugó en Uruguay. Cuando me enteré que iba a estar ahí…no sé cómo explicarlo…fueron sensaciones tremendas. Fue algo que jamás en la vida me hubiese imaginado pasar. Por eso me propuse disfrutarlo y dar todo de mí. Y ya en Uruguay me fui sintiendo cada vez mejor, con más confianza a medida que avanzábamos con el equipo. Y conforme eso pasaba, también aumentaban los nervios. Por el rival de turno y por la instancia que nos tocaba afrontar. Pero supimos superar cada escollo hasta poder llegar al campeonato.

-¿Con que recuerdo te quedás del torneo, si tuvieras que elegir uno en particular?

-Tengo muy presente el último aliento de todo el equipo en esa pelota final contra Brasil, la de la final, y tras la que logramos ser los campeones. Defendimos en los instantes finales con un jugador menos y ante un rival que buscaba por todos los medios el empate. Pero no pudieron doblegarnos. La verdad es que en ahora mientras lo cuento me lo pongo a pensar y me parece una locura que hayamos podido sostener eso frente a jugadores de tanta jerarquía. Sinceramente, se me pone la piel de gallina. Fue una experiencia inolvidable, que me encantaría seguir viviendo. Por eso me planteo que de acá a futuro pueda seguir vistiendo la camiseta del Seleccionado también en la categoría mayor. Es a lo que apuesto desde lo individual. Quiero estar en la Selección y hasta conseguirlo no voy a parar. Sé que tengo mucho que mejorar y aprender cosas nuevas, como también disfrutar y vivir el día a día. Pero lograr en mi carrera este título fue un salto en mi carrera y un impulso de cara a mi futuro. Sé que fui parte del equipo que salió Campeón Sudamericano Sub 20 por primera vez en la historia del futsal argentino y ese logro no tiene precio. Es algo que siempre me va a poner muy feliz.