Ídolos

Ídolos Académicos: Delfín Benítez Cáceres, un señor goleador

Domingo 08 de Enero de 2017
El delantero paraguayo, que jugó en Racing entre 1939 y 1941, no consiguió salir campeón pero sí se ganó un sitio en el corazón de los hinchas por su contundencia delante del arco contrario. Falleció el 8 de enero de 2004 y en este día, el club se acuerda de él con afecto al cumplirse un nuevo aniversario de su partida.
 Ídolos Académicos: Delfín Benítez Cáceres, un señor goleador
Primera verdad que está clara: la historia no empezó ayer. Segunda verdad indiscutible: la historia merece ser contada. Tercera verdad irrefutable: es fundamental conocer la historia para saber quién es uno y hacia dónde va uno. Racing, con 111 años de vida, con un pasado repleto de gloria, tuvo a lo largo de tantos años símbolos que forjaron la identidad del club, que desataron el amor de multitudes y que le entregaron la grandeza de la que todavía hoy disfruta. Por eso, como homenaje respetuoso, como saludo eterno, se los recuerda en las fechas que ya les pertenecen. A los ídolos académicos, simplemente gracias. 

Realmente, hay que ser muy pero muy bueno con la pelota en los pies para lograr el cariño de los hinchas habiendo estado poco tiempo en el club y no habiendo ganado ningún título. Eso mismo es lo que le sucedió a Delfín Benítez Cáceres, un tremendo delantero que vistió la camiseta de Racing entre 1939 y 1941. Vino directo desde Boca, donde se había coronado dos veces (1934 y 1935), y partió a préstamo hacia Ferro. En toda su carrera, en todas las instituciones en las que le tocó jugar, demostró por qué fue uno de los jugadores más importantes de la historia del fútbol paraguayo. 

Nacido el 24 de septiembre de 1910 en Asunción, se afincó en la Argentina en 1932, cuando el cuadro de la Ribera puso los ojos en él. Cuando se le presentó la oportunidad, Racing no dudó en contratarlo y disfrutó enseguida de su contundencia delante del arco contrario: en su debut con la casaca celeste y blanca, el 2 de abril de 1939, le marcó a Independiente en un duelo que terminó con triunfo académico por 2 a 1. Lo paradójico es que repitió la escena en su última presentación, el 26 de octubre de 1941, en una victoria por 3 a 1 ante el eterno clásico. 

El Machetero, apodo con el que se lo conocía, disputó en el club 84 encuentros y convirtió 65 goles. Su promedio frente a la red fue de 0,77. Además, en el campeonato de 1940, terminó como el máximo artillero de la Primera División. Se retiró de la actividad en 1952, jugando para Sporting de Barranquilla. 

El 8 de enero de 2004, en Caracas, Benítez Cáceres falleció a los 93 años. En un nuevo aniversario de su muerte, toda la Academia lo recuerda con el respeto que merecen los que hicieron grande a este club.