Juveniles

De capitanes a capitanes

Lunes 30 de Mayo de 2016
Milito, Úbeda, Saja y Aued charlaron con los capitanes del basquet, hockey, handball, futsal y juveniles e infantiles de fútbol. El encuentro que se realizó en Casa Tita fue una verdadera clase de liderazgo.
Casa Tita fue la sede de un encuentro único, de una verdadera clase de liderazgo. Los capitanes y capitanas de los equipos de basquet, hockey, futsal, handball y de las juveniles e infantiles de fútbol fueron los alumnos por un rato que escucharon atentamente a cuatro figuras que son referencia para todos los académicos. Claudio Úbeda, actual técnico de la Reserva y capitán del Racing campeón 2001, Diego Milito, Sebastián Saja y Luciano Aued (el trío de capitanes actual).



"Uno no debe querer ser líder por imposición, sino que hay que hacer prevalecer una idea por convencimiento. Hacerse sentir líder no es por imponer cosas", comenzó la charla Úbeda, el más experimentado, quien también brindó su mirada como entrenador de lo que debe representar quien lleva la cinta. Saja contó su experiencia desde juveniles, admitiendo que tenía una idea errónea de cómo debía manejarse con sus compañeros, y puntualizó que el respeto es fundamental a la hora de asumir esa responsabilidad tan grande.

Ante la atención de todos los chicos y chicas presentes, quienes escuchaban concentrados y en absoluto silencio, llegó el turno de la palabra del Milito. El ídolo coincidió con las palabras de Úbeda y Saja, le sumó el condimento de la pasión que hay que ponerle al ser capitán y remarcó la importancia que tiene ser un representante de Racing. "Siempre hay que dar el ejemplo", puntualizó Diego. Y Aued completó la charla destacando el compromiso con el grupo de compañeros y con el cuerpo técnico que un capitán debe asumir.

Para el final llegaron las preguntas y los consejos más puntuales: cómo hablarles a los compañeros que a veces no cumplen con las obligaciones y cómo ayudar a los entrenadores a conducir al grupo por el camino correcto fueron algunas de las consultas que Milito, Úbeda, Saja y Aued respondieron con toda su experiencia y sabiduría.

El aplauso final resumió esa mezcla de admiración y agradecimiento que se vivió en Casa Tita durante una mañana que ninguno de los presentes se olvidará.

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