Juveniles

“Mi mamá se hizo fanática de Racing”

Viernes 17 de Junio de 2016
Hernán Rivero, oriundo de Tucumán, llegó al club en febrero y se adaptó rápidamente a vivir en la Casa Tita Mattiussi. Admirador de Luciano Lollo, se encargó de hacer hincha de la Academia a toda su familia. De cara a la segunda parte del año, apuesta a ser protagonista con la Octava.
“Mi mamá se hizo fanática de Racing”
Una y otra vez, como una catarata imparable, le llegan mensajes de whatsapp directamente desde el barrio Lomas de Tafí. “¿Lo viste hoy a Saja?”, dice el primero. “¿Te pudiste sacar una foto con Milito?”, indaga el segundo. Hernán Rivero, defensor central que llegó desde San Miguel de Tucumán a principio de 2016 para sumarse a la Octava División, los lee y arroja una mueca al aire. Es que su mamá, la que le escribe tan seguido en busca de alguna señal sobre el paradero de los ídolos del club, se volvió fanática de la Academia en estos meses. Con la ilusión de aprender y de disfrutar, Rivero es uno de los tantos jugadores que viven en la Casa Tita Mattiussi. Acá, su historia, una historia con aroma a futuro.

-¿Cómo fue que llegaste a Racing?
-Yo jugaba en la Fundación Juntos Compartiendo Un Sueño, en la liga tucumana. En octubre del año pasado, Fabio Radaelli vino a hacer una prueba y mi entrenador de ese momento me dijo que fuera. Anduve bien y me dijeron que viniera para acá. Para mí, fue una tremenda alegría.  

-¿Con quién vivías allá?
-Desde chiquito, viví con mis papás y con mis dos hermanas al fondo de la casa de mi abuela. Por el centro, a la vuelta de la terminal. Pero, hace cuatro años, mi papá se anotó en un plan de casas, salió sorteado y nos mudamos a Lomas de Tafí. Es un barrio tranquilo, lleno de casas. 

-¿Te costó tomar la decisión de venirte a Buenos Aires?
-No, para nada. Quise venir de una. Ya estaba preparado y es lo que quiero hacer. Soy el más mimado de mi familia porque soy el más chico y a ellos les costó un poco adaptarse pero se tienen que acostumbrar. A mí me salvó que, cuando llegué, había otro chico tucumano. Así que me pegué a él durante los primeros días. Parecía su llavero. 

-¿Y se extraña mucho?
-Y sí. No es fácil. Extraño a mi familia y a mis amigos: jugar con ellos en la calle, conversar de cualquier cosa. Lo único que no extraño es la comida porque acá es espectacular. Y, además, de a poco me voy acomodando a ir a la escuela porque acá es obligatorio que vayamos todos.

-¿Te acostumbraste a estar todos los días a metros del Cilindro?
-Estoy en eso. Es hermoso realmente. Poder cruzarte todos los días con jugadores como Milito y como Saja no es poca cosa. Por eso trato de disfrutarlo y de sacarme fotos. Mi mamá, que sabe más que yo de fútbol, se hizo fanática de Racing y me pregunta todo el tiempo por ellos dos. Ahora va a tener que buscar otra excusa para escribirme porque ya no están.  

-Hay mucha gente que todavía no te vio jugar. ¿Qué clase de futbolista sos?
-Juego de seis, de central. Y soy zurdo. Trato de copiar el estilo de Lollo. Me gusta su personalidad y lo bueno que es marcando. Siempre intento salir jugando y voy bastante bien de arriba. 

-Todavía queda más de medio año de competencia. ¿Qué objetivos te trazaste para lo que resta de 2016?
-Por supuesto que me gustaría salir campeón. Vamos a hacer todo lo posible. En lo personal, tuve una minifractura que me complicó para estar en los últimos partidos. Pero quiero ganarme un lugar como titular.

Notas relacionadas

Academia con clase

Juveniles