Fútbol Masculino

“Es un orgullo entrenarse con jugadores como Milito y como Saja”

Jueves 24 de Julio de 2014
Después de haber formado parte de una pretemporada por primera vez en sus vidas, Bazán, Castro y Lotti charlaron con el sitio oficial acerca de lo vivido durante los nueve días que estuvieron con el plantel en Pilar. La esperanza, claro está, es tener la chance de jugar en Primera.
“Es un orgullo entrenarse con jugadores como Milito y como Saja”
Les da cosa, no se animan. Eso dicen ellos de ellos mismos. Los tienen ahí nomás pero por ahora los miran con tanto respeto que prefieren no molestarlos. Lo aclaran para que nadie piense mal: no es que del otro lado haya alguna clase de barrera sino que son ellos los que no se acercan por timidez. Ya lo harán. Seguramente, es cuestión de tiempo. Sin embargo, por el momento, los tres pibes que tuvieron su primera pretemporada con el plantel profesional, los tres pibes que hicieron su bautismo en Pilar, eligen mirar a los más grandes con admiración y con distancia. Para ellos, como no se cansan de repetir, no es cualquier cosa tener al lado a jugadores de la categoría de Saja y de Milito: es la posibilidad de aprender de los mejores, es la chance de ver cómo se comportan dentro y fuera de la cancha, es la ocasión para conocer qué experiencias acumularon los que jugaron muchos años en Europa. En síntesis: haber estado donde estuvieron nueve días es para Facundo Castro, para Mauro Bazán y para Augusto Lotti un privilegio del que no se olvidarán nunca. Por eso aceptaron la propuesta de Racingclub.com.ar para charlar un rato sobre las sensaciones que les dejó la estadía en Pilar.

Los tres son jóvenes y los tres tienen futuro. Castro, centrodelantero nacido en 1996, es oriundo de la localidad bonaerense de San Miguel del Monte y llegó al club con edad de Prenovena. Gran esfuerzo para alcanzar el lugar en el que está hoy: durante tres años, recorrió a diario los 100 kilómetros que separan a su ciudad de Avellaneda para practicar con su categoría. Lotti, compañero de ataque de Castro desde 2013, se sumó a la Academia con edad de Sexta y enseguida se volvió una carta importante para su equipo. Hoy vive en la zona de Del Viso, aunque su sitio de origen es Salto, en el norte de la Provincia de Buenos Aires. Bazán, lateral derecho de 21 años, vecino del barrio de Villa Fiorito, es un poco más grande que los otros dos y, además, es el único que debutó en Primera: fue titular ante All Boys, por la quinta fecha del torneo pasado. Esa noche, jugó 45 minutos en el Cilindro y fue reemplazado por un dolor muscular. En el inicio de un proyecto nuevo, las esperanzas se renuevan para todos. Y ellos están incluidos en ese aire fresco que sopla en Racing.

Castro, Lotti y Bazán, en medio de risas, en medio de los lógicos nervios por estar delante de un micrófono, confiesan lo impresionados que están por haber convivido día y noche con los tipos a los que, hasta hace poco, veían desde la tribuna o por la televisión. Lo mejor de la conversación está acá, para que los hinchas conozcan a las promesas que ya piden pista.

-Vienen de vivir una experiencia intensa en la pretemporada. ¿Qué sensaciones les dejaron estos días de trabajo?     

Castro: -Para mí, fue una alegría muy grande porque lo estaba esperando. Es lo que yo deseaba después del buen campeonato que hicimos en Reserva, con resultados que quedaron a la vista. Varios de los chicos soñábamos con la posibilidad de estar con el plantel de Primera y con el técnico nuevo.  

Lotti: -Yo me sentí valorado. Sinceramente, no esperaba la citación, aunque tenía la ilusión de ser llamado. Me alegró muchísimo recibir la noticia.

Bazán: -Por ser mi primera pretemporada, el balance que hago es muy positivo. Nunca había pasado por algo así y fue una experiencia muy linda.

-Imagino que les habrá servido mucho compartir tantos momentos con jugadores más grandes. ¿Qué fue lo que más les impresionó?

Lotti: -El ritmo y la calidad de los jugadores. Sabía que los de Primera tenían mucho nivel pero no me imaginaba que tanto.

Castro: A mí me llamó la atención la unidad que hay entre todos. Los compañeros siempre están a tu lado para darte una mano, para lo que necesites. Siempre a los más chicos nos acompañan. Además, como dijo Augusto, en la cancha se notan las diferencias. Realmente, fue una experiencia muy buena.

Bazán: -Pienso lo mismo. El compañerismo que había era muy grande. Se veía en la forma en la que nos tratábamos en los entrenamientos, en la forma de ayudarnos ante cada problema.

-¿Cómo fue eso de estar en las comidas y en la cancha con jugadores de la talla de Saja y de Milito?

Bazán: -Es muy lindo porque aprendés muchas cosas. Ves cómo son tanto adentro como afuera de la cancha y te sirve entender la manera en la que se cuidan. Tienen también una gran inteligencia y una gran tranquilidad para jugar. Saben de memoria cuáles son los momentos para cada cosa.

Castro: -Es un orgullo para mí compartir el espacio con ellos. En mi caso, que soy delantero, tener a Milito me viene bárbaro para ver los movimientos que hace, la forma en la que juega. Y, más allá de eso, cómo se comporta afuera de los entrenamientos: son muchas las cuestiones que mirás y que vas aprendiendo. Saja también tiene un liderazgo muy importante y siempre está atento a solucionar los problemas.

Lotti: -La verdad es que tener a Milito como compañero de equipo es un sueño. Hace un tiempo, yo lo miraba en la tele, jugando partidos importantes y ganando cosas como la Champions League o el Mundial de Clubes. Veía los goles que hacía y tenerlo acá al lado es algo muy bueno de lo que se puede aprender siempre.

-Cocca parece ser un técnico que tiene muy claro lo que quiere: un equipo que sea protagonista con la pelota, que juegue mucho tiempo en campo contrario. ¿Les viene bien esa propuesta?

Lotti: -A mí me favorece porque, por lo menos en mi caso, se me hace más fácil jugar con la pelota por el piso y no tanto con los centros. Por suerte, tiene definido que quiere jugar por abajo para atacar mucho. A los delanteros nos dice que no tenemos que demorar.

Castro: -Me sirve porque le gusta salir jugando por abajo, con un juego corto. Y me llega más la pelota. Es verdad que te obliga a ser más preciso pero está bueno. La propuesta está clara y esperemos que dentro de una semana se empiecen a ver los resultados.

Bazán: Yo soy de pasar al ataque y de llegar al área contraria, así que me gusta esta manera de trabajar. Cocca siempre me dice que juegue tranquilo, que los espacios aparecen solos y que no hay que apurarse.

-¿Creen que esta experiencia les sirvió para madurar distintas cuestiones?

Castro: -Sí, sí. Yo la aproveché para ver cómo se cuidan los más grandes en las comidas, en las horas en las que no entrenamos. Y en el juego también. El roce con físicos de jugadores de Primera también ayuda. Nosotros recién nos estamos formando y eso nos sirve mucho.

Lotti: Coincido con Facu. En comparación con Inferiores, te obliga a estar más concentrado y más preciso en cada entrenamiento.

Bazán: En lo futbolístico fue muy importante. Es otro ritmo y hay otros trabajos, con otra intensidad. Se nota que hay muchas ganas en todos de salir adelante y eso contagia. También me vino bien en la conducta y en las maneras de cuidarme, sobre todo con la comida.

-Se los ve pelados. ¿A los tres los raparon? ¿Cómo fue eso?

Bazán: -Yo me la esperaba. Me fueron a buscar a la pieza y no me pude resistir. Primero llegó Vietto y, después, Iván (Pillud), Campi, Salve (Saveljich) y Musso.  

Lotti: Veníamos tratando de zafar, de patear los días, pero fue imposible. Llegó un momento en el que entraron a la habituación y no hubo manera de escapar. El que me cortó a mí fue Pillud pero entraron bastantes con él.

Castro: Lo mío fue igual. De repente, nos metieron a los tres en una pieza y nos hicieron un desastre en la cabeza. Estaban Iván (Pillud), el Chaco Rolheiser y Vietto. Todos los más pibes.

-¿Se rieron mucho de ustedes?

Castro: -Sí, fue terrible porque nos quedaba muy feo (risas).

Lotti: -Cuando me cortaron el pelo, iba caminando por el hotel y la gente que estaba alojada se me reía en la cara. Me moría de vergüenza.

Bazán: Yo también. Me acuerdo de que veníamos por el pasillo para tratar de conseguir una máquina que nos pudiera emparejar y pasó, así de golpe, un señor grande, con la mujer y con la hija. Y el señor dijo “Mirá el corte que tiene en la cabeza”. Y no paraba de reírse.

-Hay mucha gente que todavía no los vio jugar. ¿Cómo se definen como jugadores?

-Bazán: -Adentro de la cancha, soy agresivo y no me gusta perder. Dejo todo lo que tengo, siempre. Y me gusta mucho pasar al ataque y patear al arco.

-Castro: -Mi característica es ser un nueve de área, que busca siempre el gol. Soy bastante potente pero también trato de sumarme al juego asociado.

-Lotti: -A diferencia de Facu, yo no soy tan de área. Suelo ir más por los costados, por derecha y por izquierda. Y mi mayor fuerte es la velocidad a la hora de sacarme defensores de encima.

-Después de esta experiencia, deben querer más. ¿Qué expectativas tienen para lo que viene?

Lotti: -Mi sueño es poder sumar algunos minutos, los que sean, en Primera. Sé que por ahora es difícil pero ojalá se me dé.

Bazán: -La idea es poder convencer al técnico de que cuente con uno. No es fácil pero creo que puedo ponerme a disposición de él y serle útil.

Castro: -Mi objetivo es seguir entrenándome como hasta ahora, dándole una buena impresión a Cocca. Después, por supuesto, me gustaría sumar minutos en Reserva y, si alguna vez me toca, en Primera. La chance será bienvenida. 

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