Molesta, incomoda, duele. Perder siempre es una complicación. Lo piensa y lo dice uno de los referentes del equipo. Sentado en el box que utiliza en el vestuario, Sebastián Saja habla y reflexiona y analiza todo lo que tiene que ver con la situación que vive Racing en una entrevista exclusiva con el sitio oficial. El arquero, referente indiscutido del grupo junto a Diego Milito, no disimula los problemas pero intenta que la experiencia le sirva para desdramatizar los momentos poco felices. Por eso, con la pausa que se requiere para no precipitarse, argumenta por qué cree que hay material para salir adelante. 

-El del domingo frente a Lanús fue un partido raro, con muchas polémicas. ¿Qué sensación te dejó?

-Bronca. Perder siempre te deja sensación de bronca. Un resultado adverso produce malestar pero, viendo el partido en frío, analizando el funcionamiento del equipo, me parece que se hizo todo lo posible para ganar. Nos pusimos en ventaja rápido y eso fue muy bueno. Pero, como nos pasó en algún partido anterior, pagamos muy caro alguna falla o algún fallo. Sin embargo, hay que rescatar la actitud del equipo, que buscó siempre y con una idea clara, no de cualquier manera. 

-Más allá de los errores del equipo, la actuación de Andrés Merlos fue muy cuestionada. ¿Sentiste que sus decisiones los perjudicaron?

-Creo que el árbitro entró condicionado y queriendo demostrar una actitud que no era necesaria. Se cargó de tarjetas en los primeros minutos y eso lo terminó de condicionar. Ya lo hablamos entre nosotros y ya dimos nuestro parecer públicamente pero ahora tenemos que concentrarnos en lo futbolístico. Esperamos que al que le toque dirigir el domingo lo haga de buena manera. Los árbitros se pueden equivocar y es normal que lo hagan. Pero queremos que esos errores no nos perjudiquen. Ya está. Los puntos no los tenemos y hay que hacer una buena semana para volver a ganar. 

-El otro día te tocó ser capitán ante la ausencia de Milito. Desde ese lugar de responsabilidad, ¿cómo se hace para transmitir calma cuando el contexto del partido se carga tanto de tensión?

-No es fácil porque, por un lado, uno quiere transmitir tranquilidad pero, por el otro, también quiere demostrar su disconformidad con algunos fallos. Entonces no es sencillo. En el descanso, traté de colaborar para que nos calmáramos pero, sinceramente, sobre todo en algunas jugadas puntuales, fue muy difícil conseguirlo porque la impotencia te hace reaccionar. 

-Por lo general, en el fútbol argentino, lo más difícil es revertir un resultado. Pero a Racing, en los últimos partidos, le está pasando lo contrario: no puede aguantar la ventaja. ¿Cómo lo explicás?

-Creo que nos está pasando eso y es una lástima. Cuando nos empataron, el equipo tuvo cinco minutos fatales y, en poco tiempo, nos dieron vuelta el partido. Reponerse rápido ante un gol rival nos está costando y, por lo tanto, nos cuesta revertir la historia. Creo que es por no estar acertando en jugadas puntuales: hoy nos están convirtiendo con pocas llegadas y nosotros, creando muchas, no estamos pudiendo convertir. 

-Da la sensación de que a Racing, cuando se pone en ventaja, se le está haciendo difícil defenderse con la pelota. ¿Lo ves igual?

-Sí, es uno de los aspectos a mejorar. Sabemos que tenemos que tratar de mantener un determinado juego, tanto cuando se está ganando como cuando se está perdiendo. También ocurre que los rivales, cuando están en desventaja, te presionan mucho más arriba y te dejan mucho menos espacio. Pero, pese a eso, es algo que hay que ir corrigiendo para poder sostener lo que proponemos por fuera de cualquier resultado circunstancial. 

-¿Sentís que, quizás, ese sea uno de los desafíos más inmediatos en lo estrictamente futbolístico?

-Puede ser. Hay que intentar mantener una manera de jugar en el tiempo. Los equipos que lo logran durante los 90 minutos marcan una diferencia. No es fácil hacerlo pero los frutos suelen verse en los resultados. Siempre es más sencillo conseguirlo cuando vas perdiendo porque el rival te cede la pelota y el campo. El desafío es lograrlo también cuando vas ganando. 

-Por fuera del resultado, el rendimiento del equipo en el segundo tiempo estuvo entre lo mejor que se mostró en el semestre. ¿Eso te da confianza como para pensar que se puede revertir rápidamente el mal momento?

-Sí, claro. Sé que tenemos que corregir errores y ajustar detalles pero, en función a lo que hizo el equipo el otro día, no tengo dudas de que estamos en buen camino. A veces pasa que se falla en la definición y que te hacen un gol pero, en este caso puntual, entiendo que el resultado del partido no tiene nada que ver con lo que se vio en la cancha. 

-Sos de los pocos que vivió el proceso anterior, en el que las cosas no salieron de la mejor manera. Ahora se comenzó bien pero llegaron estas dos derrotas consecutivas. ¿Tenés temor de la que situación se repita?

-No, no creo que esto se parezca a lo que nos pasó en la primera parte del año. Me parece que el equipo tiene respuesta. Nos tocó perder los dos últimos partidos pero de manera injusta. Veo que hay material, que tenemos trabajo, que tenemos una idea, que en los partidos vamos y superamos al rival. El tema es que los errores los pagamos caro y que por ahí nos cuesta que nuestras llegadas terminen en gol. 

-¿Cuánto vale, en un fútbol histérico por los resultados de corto plazo, regresar enseguida a la victoria?

-Es necesario desde el punto de vista de la confianza. El club te brinda todo lo que hace falta para trabajar en buenas condiciones. Y el grupo está tranquilo y sabe que está haciendo bien las cosas. El tema es que se nos negaron los resultados y eso siempre complica la corrección de los errores porque no tenés la misma seguridad. Por eso necesitamos poder ganar de nuevo cuanto antes.

-Después del clásico, dijiste públicamente que no habías tenido un buen partido. ¿Cómo evaluás tu nivel en lo que va del campeonato?

-Creo mucho en la autocrítica y en el trabajo para salir adelante. Soy el primero que me exijo y sé que tengo que levantar porque acostumbré a la gente a otro tipo de rendimiento y el de este torneo no es el mismo que el de los tres años anteriores. 

-¿Y cuánto ayuda la experiencia para atravesar esta clase de situaciones?

-Mucho, la verdad que mucho. Me sirve porque me da el equilibrio que necesito para mantenerme tranquilo. No solamente ayuda cuando no andás del todo bien sino que, sobre todo, te permite tener los pies sobre la tierra cuando las cosas te están saliendo como vos querés. Eso se aprende básicamente con el tiempo.

-Se viene el clásico con Boca y, lamentablemente, no van a poder jugar ni Milito ni Gabriel Hauche ni Adrián Centurión. ¿Cómo se hace para suplir semejantes ausencias?

-Hay, sobre todo, que apoyar a quienes les toque reemplazarlos. Creo que Gustavo (Bou) hizo un buen partido ante Lanús. Hay que tener en cuenta que no es fácil ocupar el lugar de Milito. A Gabriel (Hauche) le toca ahora quedarse varios partidos afuera y es una baja sensible. Pienso que Centu se había ganado el lugar y tampoco lo tendremos. No es fácil pero es lo que nos toca. Creo que lo fundamental es brindarles el apoyo incondicional a los que jueguen. 

-Además de Boca, está el partido por Copa Argentina frente a Argentinos. ¿Qué valor tienen estos compromisos en este contexto?

-Son muy importantes. Boca es un clásico, de visitante, y todos estamos esperando la recuperación. Sería muy bueno poder hacerlo en este tipo de partidos. Y, después, habrá que poder resolver el compromiso de una competencia en la que no tenés revancha. Ese también es un objetivo importante para Racing. La meta es ganar en la cancha de Boca y pasar en la Copa Argentina.