Fútbol Masculino

En Parque Patricios, Racing quedó afuera de la Copa Argentina

Jueves 18 de Septiembre de 2014
En el partido por los octavos de final, el equipo de Cocca no aprovechó las ocasiones que generó y perdió por 1 a 0 ante Argentinos Juniors. Riquelme, de tiro libre, convirtió el único gol del encuentro. Aued se fue expulsado en el complemento.
En Parque Patricios, Racing quedó afuera de la Copa Argentina
Sin salida, sin respuestas, sin sonrisas. Racing llegó al estadio Tomás Adolfo Ducó con la ilusión de levantar cabeza y de meterse entre los ocho mejores de la competición pero se topó con un escollo que no estaba en los planes y terminó el jueves envuelto en una decepción grande. Sin la capacidad para capitalizar los momentos favorables del partido, sin la virtud para resistir cuando las cosas no le salían, la Academia perdió frente a Argentinos por 1 a 0, quedó eliminada en los octavos de final y dejó escapar la chance de pelear por un nuevo título.

En la presión. Ahí estuvo la clave en el arranque. El equipo de Diego Cocca se pareció en la forma al de siempre pero, en cambio, apeló a la intensidad más que otras veces para intentar imponer condiciones. Las dos líneas de cuatro buscaron posicionarse lo más lejos de Sebastián Saja porque la meta inicial fue interrumpir el circuito de tenencia ajeno. Como Cristian Ledesma y Juan Román Riquelme eran las principales cartas del conjunto de Claudio Borghi, Racing trató de anular esa sociedad a partir del despliegue inteligente de Ezequiel Videla. Y lo hizo eficientemente, más allá de que, en los primeros minutos, el 10 del Bicho encontró algunos huecos para bajarle el ritmo al encuentro. Así que, en términos generales, la dinámica de Racing, con más empuje que pausa, fue la que imperó durante el primer período en un duelo sin mucho brillo.

Pudieron producir algo de peligro los de Avellaneda. Es verdad que no les sobró elaboración para generar con paciencia pero, sin embargo, sí tuvieron aceleración para complicar por los costados. Los futbolistas de las bandas les sacaron rédito a los balones limpios y a los divididos porque, ante una defensa con poca movilidad, anticiparon para ganarse los espacios. Gustavo Bou, el hombre más adelantado, recibió más de espalda que de frente, aunque fue importante para poner en aprietos a los centrales contrarios. Si de avisos se trata, el primero estuvo en la cabeza de Luciano Lollo: el oriundo de Córdoba cabeceó luego de un córner y Adrián Gabbarini contuvo en el lugar.

A partir de ahí, y hasta el descanso, Racing fabricó tres opciones interesantes de tres cuartos hacia arriba. Atento para robar y para despegar sin detenerse a pensar mucho, Racing aprovechó ciertos desaciertos en la circulación de Argentinos para atacar. Centurión, en un rapto de habilidad, encaró de afuera hacia adentro y abrió para la entrada de Castillón. El remate del delantero salió apenas desviado. Al ratito, fue Diego Villar el que probó desde el borde del área pero también careció de la precisión para destrabar el cero. La Academia, que se repitió en envíos aéreos, pudo arrimarse con riesgo al otro arco pero, sin contundencia a la hora del disparo –Bou tampoco pudo en un tiro libre-, no hubo manera de ponerse en ventaja en el primer tiempo.    

Con José Gómez ocupando el sitio de Pillud –salió por lesión-, el complemento comenzó con poca claridad. El problema fue que, mientras los equipos intentaban encastrar en el terreno, sucedió una acción aislada que alteró la lógica. Iban 6 minutos cuando Riquelme se paró delante del balón para ejecutar desde la izquierda. El remate, con rosca y con potencia, se metió en el ángulo superior izquierdo del arquero y complicó los planes académicos. Como respuesta inmediata, Cocca hizo entrar a Marcos Acuña por Castillón. Centurión pasó a ubicarse como delantero y la búsqueda persistió con la ansiedad copando la escena.

El gol le dio una importante dosis de tranquilidad a Argentinos, que se recostó en sus barajas experimentadas para manejar la situación. Forzado por las circunstancias, Wason Rentería sustituyó a Villar para ofrecer variantes en ofensiva. Ante la urgencia, el recurso principal para dar con la igualdad fue lanzar y lanzar a la caza de un error adversario. Decenas de centros cayeron sobre el área de Gabbarini y el tramo final del partido tuvo, casi exclusivamente, esa modalidad. Como si no fuera suficientemente difícil la tarde, Aued vio la roja algo después de la media hora por una infracción en ataque y a Racing se le volvió todavía más ardua la tarea de gestar oportunidades. Videla, con su garra a cuestas, impulsó al resto pero no eso bastó para torcer la historia en Parque Patricios. La Academia se despidió de un torneo con el que soñaba.

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