Fútbol Masculino

A Racing le faltó gol y empató con Newell's en el Cilindro

Lunes 22 de Septiembre de 2014
En el encuentro de la octava fecha del torneo, la Academia mejoró mucho su imagen respecto a la última presentación pero no pudo derrotar al conjunto rosarino. Fue 1 a 1 en Avellaneda, aunque el equipo de Cocca mereció quedarse con los tres puntos.
A Racing le faltó gol y empató con Newell's en el Cilindro
Con una actitud renovada, con un rendimiento que despertó la esperanza de los hinchas, Racing fue otro Racing ante su gente pero no pudo reencontrarse con la victoria. Atacó mucho, generó muchas oportunidades y estuvo bien cerca del triunfo pero se le escapó porque no supo trasladar a la red la superioridad que exhibió en el terreno. La Academia, que venía de caer en la Copa Argentina, empató entonces 1 a 1 frente a Newell’s en el estadio Presidente Perón y se quedó con las ganas de regresar a la senda de la victoria.

Intensidad. Una palabra de moda que se detuvo por la noche de Avellaneda. Acá, allá y más allá, el equipo de Diego Cocca metió y corrió, presionó y ahogó, empujó y no dejó pensar. Estuvo claro el plan de los locales desde el arranque. Sin Iván Pillud, ausente por lesión, con Marcos Acuña y con Adrián Centurión por los costados, con dos líneas de cuatro bien juntas, Racing decidió que el primer paso para salir ileso de la cita era interrumpir el circuito de tenencia ajeno. Los rosarinos, que suelen manejar con prolijidad la pelota, se vieron entonces sometidos a una exigencia altísima de precisión para poder sortear las piernas adversarias. Ezequiel Videla funcionó como motor y los demás colaboraron con la ejecución de una tarea indispensable para incomodar a un oponente al que no había que permitirle adueñarse de la escena.

Detalles de un andar compacto que empezó a rendir frutos desde el inicio. La pareja de centrales se paró lejos de Sebastián Saja, Luciano Aued fue en busca de Lucas Bernardi y los hombres de las bandas encimaron a los laterales para que no fueran receptores libres. Definida la partida, el ritmo lo impuso Racing, que llegó antes a la mayoría de los balones divididos y que ganó casi todas las segundas pelotas. Es verdad que a los locales no les sobró paciencia en la elaboración pero, en cambio, mostraron decisión para atacar los espacios vacíos. El problema es que los muchachos de Gustavo Raggio golpearon primero. Y en la primera que tuvieron. Iban apenas 10 minutos cuando Maximiliano Rodríguez tocó de primera ante una defensa que salía y habilitó a Ignacio Scocco. El goleador aceleró por izquierda, se perfiló para su pierna más hábil y convirtió el primero con un potente derechazo cruzado.

Quizás, más de uno podía suponer que la apertura del marcador desbarataría la estructura académica. Pero no. Más bien ocurrió todo lo contrario. Porque Racing no aflojó, no se dejó caer en la telaraña de los nervios y se mantuvo firme en su idea. Leandro Grimi tuvo el empate de cabeza pero Oscar Ustari voló a puro reflejo para enviar el balón al córner. Al ratito, un centro pasado de Gastón Díaz –hoy, como lateral- lo encontró solo a Gustavo Bou. El delantero no conectó bien y el arquero contuvo. La falta de contundencia amagaba con volverse un problema grave pero nadie se dio por vencido. El ímpetu celeste y blanco era evidente pero el desahogo se demoraba. El reloj indicaba 27 minutos y el partido se jugaba cerca del área visitante. Aued capturó un rebote y asistió de zurda. Bou aguantó de espaldas, remató de derecha y se sacó las ganas de gritar.

Con el envión de la igualdad, hubo sensación de que se podía. Gabriel Hauche encaró por el centro y buscó el arco desde lejos. La pelota se estrelló en el travesaño pero la fortuna se empecinó en que el pique saliera hacia afuera. Lo tenía el anfitrión pero se le negaba el segundo gol. En ese contexto, el descanso llegó para instalar el interrogante de qué pasaría en la segunda etapa. Ante la posible pregunta, la misma actitud. Racing continuó imprimiéndole mucha dinámica, presionando la salida contraria y acelerando para lastimar. Hauche tuvo, de movida, una chance nítida con un tiro cruzado que se fue pegado al poste derecho de Ustari. Pero no fue la única porque, antes del cuarto de hora, el punta dispuso de otra ocasión que el arquero le tapó brillantemente.

Claro que, del otro lado, asomó alguna respuesta. Scocco, el más inquieto de los suyos, se hizo un hueco por la derecha y remató fuerte sin mucha precisión. En pocos minutos, Newell’s agotó las variantes y perdió a su máxima referencia ofensiva por una molestia física. Con la meta de no ceder en intensidad, Francisco Cerro reemplazó a Aued y la Academia siguió insistiendo con su arma más peligrosa: el cambio de velocidad. Cabral, de sólida actuación, sorprendió rompiendo líneas y, tras una pared con Centurión, quedó cara a cara con Ustari. Su definición no fue efectiva y una nueva posibilidad se dilapidó. Cocca quería el triunfo y Facundo Castro sustituyó a Bou para tratar de aportar alternativas en el tramo decisivo del campo.

Hubo un último intento a nada del cierre pero, como si la suerte estuviera definitivamente tirando en contra, el centro cruzó toda el área sin que nadie pudiera empujar al gol. No se le dio a Racing pero la imagen fue, sin lugar a dudas, otra. Ahora, la prioridad será ir por la remontada en la Bombonera.

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