Fútbol Masculino

Racing goleó a Belgrano y sumó un valioso triunfo para seguir creciendo

Domingo 28 de Septiembre de 2014
En el estadio Mario Alberto Kempes, la Academia, que arrancó perdiendo, lo dio vuelta a pura contundencia y se impuso cómodamente por 4 a 1. Gustavo Bou y Marcos Acuña, en dos ocasiones cada uno, convirtieron los goles del equipo de Cocca, que llegó a los 16 puntos.
Racing goleó a Belgrano y sumó un valioso triunfo para seguir creciendo
Sí, por supuesto. Por supuesto que se festeja. Se festeja porque es importante acostumbrarse a ganar, se festeja porque es fundamental ingresar en un espiral de confianza y se festeja porque la mejor manera de espantar cualquier clase de fantasma es acumular en la espalda buenos resultados. Racing, que pretende ser protagonista del campeonato, atravesó con éxito una prueba que en la previa pintaba difícil y consiguió una victoria clave para acercarse a la parte alta de la tabla: por la novena fecha del torneo, en el estadio Mario Alberto Kempes, derrotó por 4 a 1 a Belgrano y alcanzó los 16 puntos. 

Aferrado a la intensidad. Así comenzó a jugar el equipo de Diego Cocca, como si quisiera volver a poner en funcionamiento la fórmula que le permitió coronar la hazaña en la Bombonera. Dos líneas de cuatro intentando pararse lejos de Sebastián Saja y mucha presión para incomodar al adversario. Recuperar en campo ajeno y atacar con el rival desacomodado era el primer objetivo de un conjunto que contaba con dos delanteros moviéndose con libertad sobre los centrales contrarios. Pero la receta no fue de fácil aplicación porque el dueño de casa, consciente de lo que se le venía encima, buscó replicar a los de Avellaneda con un sistema también fundamentado en el despliegue de los mediocampistas. Y, entonces, ante una escena pareja, uno y otro eligieron meter mucho y aguardar por la oportunidad para lastimar.

Golpeó Belgrano. En la primera opción de riesgo que tuvo. Iban 8 minutos cuando Guillermo Farré habilitó con un pase profundo a César Pereyra. El punta controló para su pierna zurda y remató cruzado contra el ángulo inferior izquierdo de Sebastián Saja. De vuelta abajo en el marcador –al igual que en las tres presentaciones anteriores-, la Academia debió sacar fuerzas de su interior para no dejarse arrastrar por los nervios. La presencia de Diego Milito, siempre lúcido a la hora de pensar, ayudó a que sus compañeros no se desesperaran. Igual, no demoró mucho en llegar el empate. A los 17, Gastón Díaz lanzó un centro profundo entre los zagueros cordobeses y Gustavo Bou, anticipándose a su marca, conectó de cabeza para poner la pelota lejos de las manos de Juan Carlos Olave.

El gol ubicó a Racing en una coyuntura favorable para ir por más. Por confianza y por empuje, la visita daba la sensación de ser superior. Y ese dominio se trasladó a la red a los 25. En una maniobra con cambio de ritmo, Milito recibió por izquierda, desbordó hasta la raya de fondo y centró al corazón del área. El arquero falló y Marcos Acuña, por el segundo palo, cabeceó para convertir su primer tanto en el campeonato. La situación mejoró más todavía cuando, a los 27, Pier Barrios se fue expulsado por un pisotón contra Adrián Centurión. Con uno más en el terreno y con espacios, los de camiseta azul optaron por retrasarse y de contragolpe tuvieron varias aproximaciones de riesgo que no pudieron acabar de manera eficiente. Por errores en la elaboración o en la definición, las posibilidades se fueron diluyendo y el resultado se sostuvo en suspenso.

La tensión continuó en la segunda etapa. Con mucha pierna fuerte, con mucha dinámica de ambas partes, lo que le faltó a la tarde fue brillo porque las imprecisiones se multiplicaron con el correr de los minutos. Pereyra se generó una ocasión de peligro que resolvió con una chilena pero, por fortuna, el disparo no tuvo destino de red. Claro que Racing también complicó con la velocidad de sus piezas de ataque y que contó con oportunidades nítidas para estirar la diferencia. Bou, a pura potencia, fue una baraja fundamental para llevar el encuentro lejos del área propia. El delantero, en una corrida punzante, pudo haber liquidado la historia pero falló al quedar mano a mano con Olave.

Cocca apostó a que su equipo se protegiera e hizo ingresar a Nelson Acevedo en lugar de Milito. Antes de la media hora, Germán Voboril reemplazó a Aued a la caza de la solidez defensiva necesaria para resistir. Belgrano, con muchos envíos aéreos, con más ímpetu que inteligencia, se arrimaba sin poner en grandes aprietos a Saja. Sin embargo, sufría la Academia porque, aunque disponía de chances, no dominaba por completo el desarrollo y eso, frente a una ventaja mínima, no permitía entrar en estado de calma. La tranquilidad podría haber arribado tras una corrida sensacional de Centurión por izquierda en la que gambeteó a Guillermo Farré. El centro atrás lo halló solo a Acevedo, quien remató sin pericia por encima del travesaño.

Buscaba Racing sellar la victoria y lo consiguió. Exactamente a los 36. Un saque largo cayó en territorio de Bou y el delantero, de lo mejor de la cancha, hizo el resto: ganó la posición ante Lucas Aveldaño, se acomodó para su mejor perfil y definió con tremenda categoría por encima del cuerpo del arquero. Envuelto en sonrisas, el equipo soportó la salida de Saja –lo sustituyó Nelson Ibáñez por un esguince de rodilla- y transitó el desenlace del partido con el balón en su poder, sin sobresaltos, a la espera del pitazo final. Pereyra vio la roja por una reacción imprudente y, ya en tiempo de descuento, Acuña le dio forma de goleada a la victoria con un avance fulminante. Así es y suena lindo: el triunfo fue justo y la Academia empieza a animarse a soñar.

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