Fútbol Masculino

La visita a Bahía Blanca terminó en empate

Sábado 25 de Octubre de 2014
En el estadio Roberto Carminatti, Racing no pudo mostrar su mejor versión e igualó 1 a 1 contra Olimpo. Gabriel Hauche, en el primer tiempo, convirtió el tanto del equipo de Diego Cocca, que llegó así a los 23 puntos en el campeonato.
La visita a Bahía Blanca terminó en empate
Pudo haber sido victoria, pudo haber sido derrota. Pero no fue ni una ni otra: en el estadio Roberto Carminatti, lo que hubo fue empate. Con la esperanza de hilvanar una nueva sonrisa, Racing, que estuvo arriba en el marcador, que se quedó con un hombre menos en la segunda mitad, visitó a Olimpo en el compromiso por la decimotercera fecha del campeonato y, en un partido que se le fue tornando difícil, igualó 1 a 1. Así, la Academia, que alcanzó las 23 unidades en el torneo, dejó escapar una buena cita para acercarse a la punta pero, al menos, sumó de nuevo y demostró que dará pelea mientras sea posible. 

Complejo, peleado, parejo. Con poco espacio, con mucha presión en la zona del círculo central, con escasas posibilidades de mostrar las cartas de desequilibrio. Nada que no se supiera de antemano en un campo pequeño en el que cualquier bochazo largo puede transformarse en una posibilidad de riesgo. Confiado en su presente, el equipo de Diego Cocca se paró tácticamente de forma similar a lo que venía haciendo. Su rival también plantó un esquema con dos líneas de cuatro bien definidas y la disputa fue, en principio, por quién se asentaba mejor en un terreno que no estaba en buenas condiciones. Por eso, pese a los intentos iniciales de la visita por trasladar por abajo, se volvió difícil tocar en corto con precisión y, como consecuencia, no quedó más remedio que recurrir a los envíos aéreos.

El conjunto de Walter Perazzo fue de entrada a buscar bien arriba para que los de Avellaneda no pudieran salir con comodidad. Sin Ezequiel Videla en el medio, Nelson Acevedo y Luciano Aued debieron repartirse esa función tan importante a la hora de pensar en el arco contrario: el primer pase. Con ese recurso debilitado por la asfixia de los locales, Racing insistió en apostar por la sociedad de sus delanteros. Inquietos e inteligentes, Diego Milito y Gabriel Hauche se movieron por todo el frente de ataque para generar fisuras en la dupla central bahiense. Lo lograron en más de una ocasión. Hubo un aviso en el arranque. Aued tomó un rebote en el borde del área y remató con potencia. El tiro salió por encima del travesaño pero dejó la sensación de que se podía producir peligro.

Apenas después del cuarto de hora, la Academia dispuso de una chance clara. Adrián Centurión desniveló desde la izquierda hacia adentro y habilitó la entrada de Hauche. El delantero, mano a mano con Nereo Champagne, definió cerca del primer palo. Claro que Olimpo, más habituado a las dimensiones de la cancha, trató de responder a partir del oficio de sus puntas. Miguel Ángel Borja, el más punzante de los dos, se las ingenió para ganar la posición en varias situaciones. Además, David Vega fue por izquierda y resultó una complicación. Sebastián Saja debió intervenir dos veces en la primera etapa para evitar la caída de su valla. Obligado por la dinámica que imponía el dueño de casa, Racing lanzó a la caza de un error. Y, gracias a esa fórmula, Milito, a los 35 minutos, tuvo una oportunidad más que propicia que no pudo concretar porque la pelota le picó mal.

Sobraba ritmo en la noche y los dos querían quebrar el cero. La Academia lo consiguió a partir de la categoría individual de sus piezas de ataque. Exactamente a los 40, Saja tiró por alto, Milito la dejó pasar y Hauche encaró al arquero. A pura velocidad, lo dejó en el camino a Champagne y empujó a la red para poner en ventaja a los suyos. Quizás, se podía pensar que la historia se encaminaría.

Sin embargo, la historia no se simplificó. Nada de eso. Ni bien comenzó el complemento, Olimpo lastimó. Iban algo más de 60 segundos cuando Leonardo Gil ejecutó un tiro libre pasado, Juan Sills bajó la pelota de cabeza y Juan Cobo convirtió ingresando de atropellada. Empezaba otro encuentro y Racing debía reordenarse para no regalar nada.

No era el mejor momento de la visita. Y sí estaba bien el anfitrión. Como si fuera poco, Leandro Grimi se fue expulsado a los 16, por doble amarilla, y nubló más el panorama de un equipo que tuvo que rearmarse atrás. Marcos Acuña se ubicó como lateral por la izquierda y Acevedo se recostó contra el sector derecho. Llegó el tiempo de los cambios. Francisco Cerro reemplazó a Centurión para ganar peso en la línea media. Perazzo también apeló a las variantes y puso a Diego Sosa, un volante ofensivo, por Sills, un defensor. Racing no podía disponer del balón y eso lo forzaba a replegarse más de lo deseado. La ilusión, evidentemente, estaba puesta en el contragolpe o en lo que pudieran imaginar los de arriba.

En ese contexto algo adverso, Saja se volvió importante. El arquero les tapó un doble disparo a Vega y a Adrián Martínez que podría haber sido el segundo tanto. Con el correr de los minutos, a los dos se les complicó producir en ataque porque el cansancio arrancó a jugar un papel importante. Wason Rentería sustituyó a Milito para ver si, fresco, se le presentaba alguna circunstancia. Tuvo una el colombiano pero, luego de un buen enganche en el área, su remate careció de fuerza. En otro avance aislado, Aued ganó por izquierda pero no pudo concluir bien la maniobra. A poco del final, Nicolás Oroz ingresó por Aued pero casi no pudo mostrarse. Con algún susto a nada del cierre, Racing pudo conseguir un punto y espera que haber sumado le sirva para ser protagonista en lo que resta del torneo.

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