De números también se trata esta historia. Y, con la información provista por Data Factory (@datafactoryla), proveedor oficial del club, resulta sencillo mirar el aspecto estadístico del juego. En este caso, la lupa académica enfocará a Luciano Lollo, el defensor cordobés que fue una de las figuras en el triunfo por 4 a 1 contra Guaraní. El zaguero jugó los 90 minutos y, además de ofrecer seguridad en la última línea, resultó importante en la faceta ofensiva. Bastión de un conjunto que sigue creciendo, el martes se retiró del Cilindro envuelto en aplausos. 

Lollo ratificó desde el inicio del duelo el gran nivel que está teniendo la dupla central. Sólido para ganar por arriba y por abajo, su papel en la salida desde el arco con balón dominado fue fundamental. Dio, a lo largo de la noche, 45 pases bien y solamente un pase mal. Su promedio de efectividad fue del 98 por ciento. Únicamente Brian Fernández y Ezequiel Videla fallaron menos que él en este aspecto. Además, recibió 40 pases de sus compañeros. Pero, por fuera de los números, lo determinante fue que dos de esas intervenciones finalizaron en la red: a poco del cierre de la etapa inicial, habilitó a Diego Milito en la previa al primer gol de Gustavo Bou; y, ya en el complemento, hizo lo propio con Washington Camacho antes de la conquista de Milito.  

El aporte de Lollo, por supuesto, no se redujo al ataque, aunque estuvo ahí nomás de convertir su segundo gol en la Copa Bridgestone Libertadores en un contragolpe al que le faltó contundencia. Más próximo a la zona de Sebastián Saja, recuperó dos pelotas y cometió una sola infracción. En envíos aéreos, también respondió sin mayores complicaciones. Una actuación redonda de un jugador cada vez más importante para el crecimiento de la Academia.