Fútbol Masculino

¡Racing, carajo!

Domingo 29 de Noviembre de 2015
La sonrisa en el clásico fue de la Academia, que le ganó a Independiente en su cancha después de 14 años. Fue por 2 a 0, con un gol de Gustavo Bou y con otro de Oscar Romero. La revancha será la semana que viene en el Cilindro.
¡Racing, carajo!
Y una tarde de domingo, a partir de una ráfaga de inspiración de cuatro minutos, el maleficio de 14 años sin ganar en ese estadio se evaporó dejando lugar para una alegría de esas que quedan grabadas en la memoria de todos. Porque Racing, con fútbol y con corazón, con la conciencia de saber lo que vale esta camiseta, pisó con firmeza en el Libertadores de América y derrotó a Independiente por 2 a 0 en el primer partido de la final de la Liguilla pre-Libertadores.  

Esto también se trata de saber golpear y la Academia lo hizo en el momento justo. En una cita muy pareja, con pocas ocasiones de peligro y con el conjunto local manejando con algo más de claridad la pelota, la capacidad de desequilibrio apareció en su máxima expresión a los 36 para que se quebrara la paridad. Fue Gustavo Bou el que hilvanó una maniobra genial, dejando en el camino a dos defensores y definiendo con categoría frente al arquero, para convertir el primero. Enseguida, a los 40, para no darle a Independiente tiempo de recuperarse, Oscar Romero capturó un balón perdido a la altura de la medialuna a la salida de un tiro libre y sacó un zurdazo cruzado impecable para estampar el segundo. Antes del descanso, el paraguayo debió salir por una molestia física y Ricardo Noir lo reemplazó. Marcos Acuña fue a pararse a la posición de enlace y Racing cerró una sólida primera parte sin alterar su dispositivo táctico.

No varió ni el planteo ni la intensidad de la visita, que se encontró desde los cinco minutos del complemento jugando con un hombre de más por la expulsión de Diego Rodríguez. Mauricio Pellegrino, de cara a la segunda etapa, había hecho ingresar a Claudio Aquino y a Juan Lucero en lugar de Cristian Rodríguez y de Matías Pisano. Como era de esperar, el dueño de casa se adelantó en el terreno y arrinconó a un equipo que se aferró al orden para resistir la embestida. Diego Cocca eligió no desprotegerse y metió a Germán Voboril y a Washington Camacho por Francisco Cerro y por Marcos Acuña.

Con la seguridad de Sebastián Saja como bandera, con el compromiso de todos para correr, Racing no se desesperó y conservó un resultado que lo deja bien parado de cara a la revancha en el Cilindro. Aunque todavía habrá que jugar el domingo próximo, la Academia dio un paso fundamental para soñar con la clasificación a la Libertadores y construyó una sonrisa que ya merece un rincón en el cajón de los mejores recuerdos.

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