Fútbol Masculino

“Para desahogarnos tenemos que esperar al domingo”

Sábado 05 de Diciembre de 2015
Sebastián Saja no pierde la calma a pocas horas de la revancha ante Independiente. En una entrevista exclusiva con el sitio oficial, el arquero reveló las claves que le permitieron al plantel llegar hasta acá sin creérsela: el papel de los líderes, el trabajo cotidiano y una actitud en la que la humildad vale oro. 
“Para desahogarnos tenemos que esperar al domingo”
Cualquiera podría suponer que lo dice para ser políticamente correcto. Pero no. No es así. Está convencido. El tipo se acomoda en la silla, escucha con atención la pregunta, frunce levemente el seño y entona una respuesta cargada de argumentos. “Todavía no se ganó nada”, asegura Sebastián Saja con la certeza de que tener los pies sobre la tierra es la mejor receta para no caer en las tentaciones del triunfalismo. El arquero de Racing no disimula su alegría por la victoria conseguida en la cancha de Independiente pero, al mismo tiempo, sostiene que a la serie todavía le faltan 90 minutos y que no hay que regalar nada. Sobre esa linda responsabilidad que es jugar el clásico en el Cilindro, sobre el proceso que condujo a este plantel a transformar la mentalidad del club, habló uno de los referentes de la Academia con el sitio oficial. 

-Pediste prudencia ni bien terminó el primer clásico. ¿Por qué, incluso frente a semejante alegría, le das tanto valor a mantener la calma?
-Porque, por sobre todas las cosas, cuando no se terminó un trabajo, siempre hay que ser cautos. Si bien lo conseguido el domingo pasado fue importantísimo, esta eliminatoria es de 180 minutos y todavía está abierta. Ya hicimos una parte clave de la tarea pero nos queda poder cerrarla en casa. Así que mi pedido fue por eso. A veces ocurre que, frente a una victoria así, uno quiere desahogarse inmediatamente. Pero nosotros para poder desahogarnos tenemos que esperar al domingo. 

-¿Cómo se hace para no perder la cabeza después de haber ganado en una cancha en la que no se ganaba desde hacía 14 años?
-Con experiencia. Cuando uno es más joven, es mucho más fácil que tenga ese sentimiento de triunfalismo o de pesimismo. Con el tiempo, tanto las victorias como las derrotas se empiezan a tomar con más tranquilidad. Diego (Milito) y yo, como los más experimentados del plantel, tratamos de que haya siempre un equilibrio: ni dejar de confiar en lo que hacemos cuando las cosas van mal ni creérnosla cuando las cosas van bien. Hoy, en este fútbol competitivo, si te relajás, la terminás pagando.

-No debe ser sencillo construir un equipo que crezca desde la humildad. ¿Cuál es la fórmula para conseguirlo?
-Antes que nada, con el ejemplo. Y Diego (Milito) es el primer ejemplo que nosotros tenemos. Es un jugador con un gran roce internacional que baja un mensaje de humildad en cada momento. Lo clave en esto son las acciones cotidianas y el uso de la palabra como refuerzo. Cuando hay alguien como Milito que no pierde el equilibrio nunca, los demás lo observan y asimilan ese comportamiento. Además, hay un trabajo diario en el vestuario de insistir con que todavía no se ganó nada, con que todavía hay mucho por conseguir. 

-En la previa al primer clásico, ustedes habrán imaginado un determinado partido. Por fuera del resultado, ¿sucedió en la cancha de Independiente lo que tenían planificado?
-Sí, se dio algo muy similar a lo que habíamos pensado. Obviamente, no esperábamos ser tan efectivos porque, sinceramente, es muy difícil llegar dos veces en un tiempo y convertir dos goles. Pero sí imaginábamos un partido en el que les cortáramos los circuitos de juego, sobre todo por las bandas. Y apostábamos a aprovechar los espacios que iban a dejar cuando se adelantaran en el campo. También habíamos practicado las salidas rápidas por afuera, con Díaz y con Acuña, para lastimarlos. Por suerte, mostramos una alta dosis de efectividad que apareció en el momento justo. 

-¿Creés que va a ser muy diferente el clásico del próximo domingo? 
-Tal vez, la única diferencia que pueda existir respecto a un clásico común de campeonato es que, obviamente, no podemos no tener en cuenta el resultado del partido de ida. Pero, después, a nosotros no nos cambia en nada ni la actitud ni la mentalidad. Nosotros queremos ganar porque vamos a estar ante nuestro público. Sabemos, además, el apoyo con el que contamos en nuestra casa y la importancia que tiene eso. Como lo dije en la previa al otro clásico, un buen resultado para este equipo es ganar. 

-Tan cierto es que en esta temporada no se consiguió un título como que Racing fue protagonista en todas las competencias. ¿Ganar el domingo y clasificarse a la Libertadores sería terminar de la mejor manera el 2015? 
-Sí, sería un cierre de año magnífico. Yo creo que este grupo, aun sin haber ganado un título en 2015, va a ser reconocido por la gente. Y esta eliminatoria con Independiente, en una final de liguilla, tal vez pueda suplir el hecho de no haber salido campeón. Terminar el año de esta manera sería reafirmar todo lo que venimos haciendo. No es un rival cualquiera y está en juego la clasificación a la Libertadores. La verdad es que sería un premio muy lindo y muy merecido para todo el club.

-El paso del tiempo modifica las sensaciones. ¿Cómo creés que se hablará de este equipo con el trascurso de los años?
-Creo que va a ser recordado como el equipo que empezó a cambiar la historia de los últimos años. Hasta hace no tanto, el hincha venía solamente por la fidelidad y no por lo que le brindaba el equipo dentro de la cancha. La gente reconoce este cambio y pienso que, con el tiempo, lo va a valorar de una manera especial. En mi memoria, siempre va a ser un grupo ganador que se entregó al máximo y que nunca se guardó nada. No solamente ser campeón da alegría sino que hay muchos momentos del año en los que se consigue ser feliz. Y este equipo, sin dudas, les regaló a los hinchas muchos de esos momentos. 

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