Fútbol Masculino

La suerte se fue con otro

Miércoles 19 de Octubre de 2016
Racing mereció más pero no tuvo puntería y perdió con Gimnasia por 1 a 0. Imperiale, en el arranque del complemento, convirtió el único gol del partido. La Academia quedó eliminada de la Copa Argentina.
La suerte se fue con otro
Envuelto en un mar de desazones, Racing se marchó de la Copa Argentina en una noche que, analizada desde los argumentos futbolísticos, debería haber tenido un final distinto. La Academia lo buscó todo el segundo tiempo, sobre todo a partir del gol de Gimnasia, pero no tuvo la certeza necesaria delante del arco contrario como para revertir la historia y lograr la clasificación a los cuartos de final. Lo cierto es que se perdió 1 a 0 y que la ilusión de ir por otro título quedó estancada en el Estadio Ciudad de Lanús.

Quizás, fue por el exceso de intensidad; quizás, por el agua acumulada debajo del césped; o, quizás, por lo nervios de una cita clave. Pero la verdad es que, por lo que fuera, el partido no levantó vuelo en ningún momento de la primera etapa. El conjunto de Gustavo Alfaro armó una telaraña sólida para maniatar los esporádicos intentos de asociarse de los mediocampistas académicos. Con los arcos lejos del centro de la escena, la pelota fue y vino sin destino preciso en la mayoría de las acciones. En ese contexto de emociones escasas, Pillud tuvo una intervención fantástica contra la línea del arco de Racing para evitar la apertura del marcador. Al rato, fue Orión el que puso las manos en una doble atajada clave. Como respuesta, lo único que hubo fue una gran maniobra individual de Licha que terminó con un tiro por encima del travesaño.

Era uno de los riesgos. Y por esa vía, la del balón detenido, llegó el gol del equipo platense. Un centro cruzado de Licht con mucha rosca le permitió a Imperiale empujar a la red tras una sucesión de rebotes.  Iban apenas cuatro minutos y la Academia se vio en la obligación de arriesgar más de lo que lo venía haciendo. Y las ocasiones, de a poco, comenzaron a aparecer: primero, lo tuvo Bou de cabeza; después, pudo haber convertido Romero con un remate de afuera del área; y, más tarde, fue Sánchez el que se impuso por arriba a la salida del córner. Arias, una y otra vez, contra un poste y contra el otro, se ocupó de ahogar un grito que iba siendo merecido. Rosales entró por González y el dominio de Racing se fue haciendo más y más amplio. Romero se liberó de su estadía contra la banda y se transformó en el conductor de los ataques.

Fue y fue la Academia. Como pudo. Con todos los recursos que encontró a disposición. Martínez pisó la cancha por Pillud y el área de Gimnasia se pobló de jugadores. Le sobraron oportunidades pero le faltó contundencia para aprovecharlas. Y, como si la ausencia de puntería no fuera suficiente, se topó con un arquero que brilló imparablemente. No hubo tiempo para más y las manos quedaron vacías. Será cuestión de tratar de dar vuelta la página cuanto antes.

Fotos: Paola Lara.

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