La ilusión de la Academia, que tenía como antecedente más cercano la goleada a Independiente, sufrió un duro golpe en la Bombonera. La derrota por 4 a 2 ante Boca, lógica en función de lo que sucedió en la tarde del domingo, significó un leve paso atrás para Racing, que ahora deberá pensar en terminar el año lo más arriba posible para no alejarse demasiado de la punta del campeonato.

A la presión alta trató de aferrarse la Academia desde el arranque para no verse superado por un rival que buscó imponer condiciones desde la posesión. Gago fue el eje del juego del anfitrión y sobre él se plantó la visita para buscar interrumpir el circuito de pases. Cuando logró bloquear la salida, niveló el desarrollo y forzó a que la pelota viajara por el aire; pero cada vez que Boca resolvió ese primer obstáculo encontró espacios para lastimar. Después de varios avisos profundos, el conjunto local abrió el marcador a los 23 gracias a una gran acción colectiva que Insúa metió en el arco propio. Superado en el centro del terreno –por lo general, los mediocampistas se hallaron en inferioridad numérica-, Racing varió desde lo táctico pero siguió sufriendo cuando Tevez le ganaba la espalda a los volantes. Walter Bou, a los 40 minutos, convirtió el segundo para complicar más todavía la historia.

Ni bien arrancó la segunda mitad, Boca castigó a pura jerarquía. Walter Bou fue otra vez el encargado de capitalizar una maniobra de alto vuelo pero enseguida, como si no quisiera irse del partido, Licha aprovechó una fenomenal habilitación de Romero para descontar. Ya estaban en la cancha Álvarez y Guisao, que habían reemplazado a Insúa y a González. Con el envión del tanto, la Academia empujó y se arrimó con algún remate desde afuera del área. Un bombazo de Bou le permitió a Licha sacar a relucir su olfato goleador y dejar a los suyos a tiro del empate.

Más como pudo que como quiso, la Academia insistió con su capitán como emblema pero careció de la claridad necesaria para darle argumentos firmes a la remontada. En un contragolpe punzante, justo a los 34, Tevez apareció para sentenciar el encuentro. Ni el ingreso de Lautaro Martínez ni las arremetidas del final fueron suficientes para revertir un clásico que le fue adverso a Racing en todo momento.

Fotos: Paola Lara.