Basta con mirarlos. No les importa ni levantarse temprano ni trabajar duro ni bancarse las típicas gastadas de los más grandes. Se esforzaron durante años para estar donde están ahora y por eso regalan una sonrisa detrás de la otra. Braian Álvarez, Braian Guille y Matías Escudero son los nombres de los juveniles que se sumaron al plantel profesional para la pretemporada en Mar del Plata. Los tres saltaron a la fama luego de que Gustavo Bou, entre cumbia y risas, les cortara el pelo en un ritual que se mantiene vigente pese al paso de las temporadas. Pero lo más importante no está en el look sino en las ganas con las que están entrenándose todos los días. “Es un sueño poder estar cerca de jugadores a los que hasta hace poco veíamos desde la platea”, asegura uno mientras los otros dos asienten.

Álvarez es zurdo y se define como un volante por izquierda rápido y con idea y vuelta. “Estoy contento por esta nueva experiencia. Quiero mirar a todos y aprender cosas nuevas”, le dijo el marplatense al sitio oficial. Con Marcos Acuña como máximo referente en el puesto, la apuesta es a continuar evolucionando para transformarse en una alternativa válida para Diego Cocca. En la misma sintonía se manifestó Escudero, quien aseguró que aspira a demostrar que puede estar a la altura de las exigencias. “Soy un lateral que pasa al ataque. Suelo llegar al fondo y tirar el centro”, se describió con el énfasis puesto en su vocación ofensiva. 

No hay dudas de que están contentos. Y Guille, con la mirada pícara y la zurda dispuesta a mandar la pelota a la red, es el más extrovertido a la hora de contar sensaciones: “Esta posibilidad me tiene feliz. Mi objetivo es poder mantenerme en el plantel para progresar mucho más. Ver cómo el Licha hace todo bien es un privilegio”. Delantero nacido en 1997, aprovechará la circunstancial ausencia de Brian Mansilla y de Lautaro Martínez –ambos convocados a la Selección Sub 20 junto a Matías Zaracho- para sumar minutos en el ataque académico.

Por expreso pedido del entrenador, Agustín Gómez, defensor central categoría  1996, se incorporó al grupo. Seguramente no pueda esquivar las tijeras y, también muy probablemente, encuentre en esta oportunidad una gran motivación para empujar el crecimiento.