Racing disfruta. Racing ríe. Racing festeja. No importa que sea de verano, no importa que sea amistoso. Los clásicos siempre son clásicos y la Academia demostró nuevamente que le sobran agallas para jugar esta clase de partidos. Y por eso se quedó con una alegría que vale mucho: en la tanda de penales, luego de un 0 a 0 al que le faltó vuelo, el equipo de Diego Cocca fue más preciso que Independiente y se impuso por 8 a 7. Y su gente, al igual que lo había hecho en Salta hace una semana, celebró a lo grande en el Estadio José María Minella.

Fue interesante el arranque de Racing. Con buen control de pelota, con Luciano Aued como referencia en el mediocampo, provocó errores en la última línea rival y pudo haber abierto la cuenta. Martín Campaña debió aparecer dos veces para evitar que la Academia sacara ventaja de entrada: primero, le sacó un disparo a Aued de afuera del área; y, después, le atajó un mano a mano a Licha López. Al ataque celeste y blanco le faltó pericia en el pase final y por eso las chances se dilapidaron.

Distinto fue el panorama en el complemento porque Independiente encontró claridad para hacer circular el balón e incomodó a un Racing al que le costó interrumpir alrededor del círculo central. Con el correr de los minutos, ingresaron Brian Fernández, Francisco Cerro, Santiago Rosales y Braian Álvarez. Salieron Diego González, Marcos Acuña, Gustavo Bou y Gastón Díaz. Las variantes no ofrecieron muchas soluciones y fueron los dirigidos por Ariel Holan los que estuvieron cerca de convertir. Diego Vera tuvo en su pie derecho tres oportunidades bastante nítidas para darles a los suyos la victoria.

Desde los doce pasos, hubo muy buenas ejecuciones. Convirtieron Licha, Fernández y Aued. Erró Sergio Vittor pero también Domingo Blanco. Pablo Álvarez, Cerro e Iván Pillud no fallaron y la responsabilidad quedó en los pies de Nery Domínguez. Orión voló contra su palo derecho y desató el grito de la tribuna. Y Rosales, con un toque suave, estampó el tanto que hacía falta para abrazarse a la Copa Revancha.

Fotos: Paola Lara.