Fútbol Masculino

La educación al poder

Viernes 14 de Abril de 2017
La intimidad de una charla fascinante. Diego Cocca y seis chicos del secundario del club conversaron sobre el vínculo entre estudiar y jugar al fútbol. Evidente: nadie debería perderse sus reflexiones.
La educación al poder
-Seguro que ustedes se preguntan para qué sirve estudiar los ríos de Europa. Yo, a su edad, me preguntaba lo mismo. Y después lo entendí: sirve para pensar.

Diego Cocca no duda. Ni un instante. Entra con la sonrisa puesta, saluda a cada uno de los pibes y les agradece por haber venido hasta el Cilindro. Se sienta en la silla en la que suele dar las conferencias de prensa pero, a diferencia de cuando dialoga con los periodistas, baja del estrado para estar a la misma altura que los alumnos de sexto año que lo visitan. Antes de responder, escucha; y, en cuanto le toca contestar, aclara que pretende que esto sea una charla y no una entrevista que discurra por los carriles habituales. Su propuesta de juego es aceptada.



“Todos somos Racing”, enfatiza Cocca para argumentar por qué vale la pena que se encuentren a conversar quienes representan al club desde distintos lugares: los chicos, en las aulas; y él, al frente del equipo. Omar Corradini, vicedirector del Nivel Secundario del Colegio Racing Club, rompe el hielo con una pregunta sobre la coyuntura de la educación argentina. Cocca no se achica, asegura que la educación es el futuro del país y advierte que los docentes deberían estar mejor pagos por la inmensa tarea que cumplen a diario. No tardan en aportar sus inquietudes Agustín Bustingorry, Agustín Mareli, Ivo Raimodo, Francisco Espinosa, Brian García y Leandro Angelini. Las palabras van y vienen y ya no hay nada que las detenga. Los escasos testigos de la escena escuchan atentos para no perderse nada de lo que sucede.



A Cocca se lo ve distendido. Como si disfrutara de reflexionar sobre temas que escapan a la inmediatez de la pelota. Les pregunta a los pibes qué van a estudiar cuando terminen el secundario. Los invita a que se diviertan en este tiempo cargado de ilusiones. Los empuja a formarse porque –les dice- hay que tener la cabeza preparada para todo. Uno se anima y le cuenta que quiere ser psicólogo pero que piensa arrancar la carrera en España porque allá vive su papá. Cocca lo estimula a que se anime a viajar al otro lado del Atlántico: “Si no probás, no vas a saber qué es lo que querés. En el peor de los casos, vas a compartir tiempo con tu viejo y volverás con toda esa experiencia en la mochila”.

Los alumnos saben bien qué preguntan. No hay azares: prepararon un cuestionario sólido que nace en la trayectoria escolar de Cocca y finaliza en la posibilidad de una reforma educativa. Ante tanta mirada profunda, el técnico distiende con una anécdota poco conocida: hijo de una profesora de inglés, siempre tuvo dificultades para entenderse con ese idioma, con el que recién se contactó de nuevo cuando estuvo dirigiendo a Millonarios de Colombia. Sin embargo, más allá de los avatares de su propia biografía, el entrenador suelta una frase que golpea cuanta neurona navega en la sala: “¿Por qué no pueden ser compatibles el estudio y el fútbol?”. 



Por supuesto que llegan las fotos. Con el mural del Archivo Histórico de fondo. Con abrazos por un lado y por el otro. Con la idea de que los clubes tienen una función social que cumplir. Con la certeza de que todavía hay mucho para hacer. Y, sobre todo, muy especialmente, con la convicción de que pensar nos vuelve mejores.  

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