Fútbol Masculino

Sufrir para seguir

Viernes 18 de Agosto de 2017
Racing debió transpirar para vencer a Atlético Mitre por 2 a 1 en cancha de Banfield y clasificarse a los 16avos de final de la Copa Argentina. Licha López y Leandro Grimi convirtieron los goles del equipo de Diego Cocca.
Sufrir para seguir
Aunque no escatimó ni en seriedad ni en sacrificio, a Racing le costó más de lo que a priori se calculaba mantenerse con vida en la Copa Argentina. En un encuentro trabado que recién se resolvió en el cierre, la Academia se sacó de encima a Atlético Mitre, un adversario incómodo y competitivo, con un triunfo por 2 a 1 que le sirvió para clasificarse a la siguiente etapa del torneo y sostener de pie el sueño de ir por un nuevo título.

De entrada, lo lógico: el equipo con más chapa asumió el control de la pelota, apostó a pararse en campo contrario e intentó hallar los huecos para ponerse de cara al arquero rival. Augusto Solari, en su presentación con esta camiseta, encontró espacios para recibir a la espalda de los mediocampistas; y Matías Zaracho, a esta altura una pieza clave, ofreció claridad ubicado contra la banda izquierda. Una serie de buenas incursiones produjo destellos de peligro pero Alejandro Medina no llegó a preocuparse demasiado. En cambio, Juan Musso sufrió en serio en la primera que le patearon: iban 22 minutos cuando Ramiro Fergonzi aprovechó un error defensivo para romper el cero con un disparo bajo y bien colocado. A Racing le costó recuperarse del impacto anímico y Atlético Mitre pudo haber ampliado la diferencia. A poco del descanso, Licha López tuvo el empate entrando por el segundo palo pero no alcanzó a conectar.

El empuje no se detuvo en el arranque del complemento y, obligado por las circunstancias, el conjunto de Diego Cocca se adelantó en el terreno. A los 12, luego de una mano en el área santiagueña, Licha tuvo la ocasión de igualar desde los doce pasos pero el arquero voló contra su poste derecho y la desvió al córner. Era necesario elaborar y Nicolás Oroz reemplazó a Egidio Arévalo Ríos poco después del cuarto de hora. Al ratito, Santiago Rosales y Brian Mansilla ingresaron por Iván Pillud y por Zaracho. Conciente de que no había margen para especular, la Academia fue y fue y, cuando más se hundía en urgencias, se topó con el gol. Fue su capitán el que, a los 32 y tras una sucesión de rebotes, dejó su sello en la red para renovar la esperanza celeste y blanca.

Era cuestión de no aflojar y Racing aceleró. Aceleró y no cedió ni un centímetro de intensidad. Decidido a utilizar el ancho de la cancha, insistió por un lado y por el otro y cosechó la recompensa a los 39: Leandro Grimi, con una pirueta poco ortodoxa, conectó un centro desde la izquierda para destrabar una cita que parecía destinada a los penales. Convencido de que no se podía escapar, lo que siguió fue no desesperarse y aguardar el pitazo final. 

Encendida la ilusión, la Academia tratará ahora de continuar creciendo para ser protagonista como su gente lo exige.

Fotos: Paola Lara y Juan Carlos Baldovino.

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