El Equipo de José, ese conjunto de héroes de carne y hueso que condujeron a Racing a lo más alto del fútbol mundial, recibieron un merecido homenaje en el Cilindro al cumplirse 50 años de la obtención de la Copa Intercontinental en el Estadio Centenario. Mucha gente se acercó hasta nuestra casa para participar de una fiesta que sirvió como excusa para agasajar a quienes construyeron la gloria celeste y blanca entre 1966 y 1967. Juan José Pizzuti, Oscar Martín, Rubén Díaz, Antonio Spilinga, Humberto Maschio, Juan Carlos Cárdenas, Juan Carlos Rulli, Fernando Parenti y Rubén Díaz fueron los protagonistas de un acontecimiento que no se borrará de las retinas del club.

Los nueve ingresaron al campo de juego por el rincón desde el que suele asomar el equipo de Diego Cocca. Antes de eso, compartieron un agradable momento en la Casa Tita Mattiussi junto a las decenas de familiares y de seres queridos que los acompañaron. Ya en el corazón de la cancha, Martín recibió la cinta de capitán y el Chango, como coronación de un video filmado en el Centenario, transplantó un pedazo del césped uruguayo a nuestro terreno. La Comisión Directiva, encabezada por Víctor Blanco, le entregó una medalla y una camiseta a cada uno como agradecimiento por tantas alegrías.

“Racing nos dio la posibilidad de ser profesionales y de lograr todo lo que logramos. Es una gran alegría estar viviendo esto. A mí me tocó hacer el gol pero sin mis compañeros no hubiera conseguido nada”, aseguró Cárdenas cuando le tocó tomar la palabra. En uno de los momentos más emotivos de la noche, en la pantalla gigante del Cilindro aparecieron las imágenes de los campeones que ya no están: Agustín Mario Cejas, Roberto Perfumo, Juan Carlos Mori, Juan José Rodríguez, Norberto Raffo y Antonio Manilo. Alfio Basile y Jaime Martinoli, que no pudieron asistir por problemas de salud, también fueron ovacionados. 

La memoria es constitutiva de la identidad y la identidad nos dice a cada paso quiénes somos. El Equipo de José, baluarte de nuestra historia, nos avisa que lo que nos genera latidos en el corazón es esa grandeza que lleva más de 114 años de vida. Por eso es merecido el homenaje. Por eso es fantástico no parar de aplaudir.

Fotos: Paola Lara y Juan Carlos Baldovino.