La sensación que queda es que estamos jugando una serie distinta a la anterior por lo que propone el rival en la cancha. Pagamos un poco esta diferencia y, en el balance del primer encuentro, Rivadavia ganó merecidamente. 

Si bien empezamos con un score adecuado a lo que queríamos, ellos se acomodaron con el trascurrir del duelo e hicieron las cosas mejor que nosotros en cuanto a la calidad de las pérdidas y a la selección de los tiros. Nosotros defensivamente comenzamos bien pero, ya en el segundo cuarto, el bajo goleo -2 puntos en 7 minutos- nos llevó a equivocarnos cerca de nuestro aro también. 

Pese a la situación adversa, nos fuimos al descanso solamente cinco puntos abajo en el marcador. En el arranque del tercer parcial, Rivadavia acertó más que nosotros y estiró la ventaja a 10. Nosotros apostamos a una formación más baja que lo habitual –sin dos internos naturales- y achicamos la diferencia. Tuvimos dos veces la oportunidad de quedar a cinco y generamos buenas acciones de contragolpe. Haber fallado en circunstancias favorables derivó en que ellos anotaran cuando más apretados se encontraban.

Queremos ofrecer una mejor versión en el segundo partido, sobre todo en la faceta ofensiva. Debemos ocupar mejor los espacios y ser más contundentes. En lo defensivo, buscaremos no cometer faltas inútiles que nos puedan complicar en la acumulación de infracciones individuales. También intentaremos ser más agresivos en la zona perimetral. Eso será clave para poder aspirar al triunfo que nos permita tomar la ventaja en la localía.