Superamos un fin de semana complicado en el que enfrentamos a dos equipos que nos exigieron de manera diferente. Lo importante fue que volvimos a ganar y que lo hicimos otra vez en condición de visitante. Si logramos hacernos fuertes en casa, estas victorias van a terminar valiendo el doble.

Ante José Hernández, pudimos controlar el desarrollo desde el inicio. Más allá de que en algún momento estuvimos abajo en el marcador, nuestros niveles de concentración fueron altos. Ellos nos molestaron más desde lo físico que desde lo táctico. Pudimos imponernos en la pelea de los rebotes (52 a 39) y tuvimos buenos porcentajes en los tiros de dos puntos. En el tercer cuarto, sacamos una diferencia de 20 puntos apoyándonos en la defensa y en la buena selección de disparos. Además, Maxi Segón resultó desequilibrante en el ataque y aportó 30 puntos. José Hernández empujó en el final por una cuestión de ímpetu y, a tres minutos del final, tuvo una luz de esperanza. Pero reaccionamos a tiempo y pusimos las cosas en el carril correcto para sellar el triunfo.

Después nos tocó medirnos con River en su cancha. Ya sabíamos que no sería sencillo porque ellos mantuvieron a sus principales piezas y porque venían con un día más de descanso. Y se dio un encuentro muy táctico en el que River nos hizo confundir los caminos. Además, durante el primer parcial, y por dos infracciones antideportivas –una, al menos, muy dudosa-, perdimos a un jugador muy importante. Tuvimos bajos porcentajes de acierto en triples y no conseguimos quebrar fácil a una defensa zonal con ajustes. Recién en el último cuarto, gracias a la gran tarea defensiva de los pivotes y de los perimetrales, pasamos al frente. Creo que se equipararon los errores tácticos y nosotros estuvimos más finos en las decisiones. Pesaron mucho las ganas de ganar.

Estamos siendo un equipo con mucho carácter y con mucha personalidad. El grupo se apoya y se dice las cosas que se tiene que decir. Más allá de la calidad individual de algunos jugadores, en lo colectivo está la razón de este presente. El viernes vamos a tener el quinto partido consecutivo de visitante y necesitaremos nuevamente el aliento de los hinchas. Confío en que la gente irá a Ramos Mejía a sostener esta ilusión.