Atrás, muy atrás, en las páginas más tristes de nuestra memoria, quedaron aquellas jornadas de 1999 en las que los socios y las socias tuvieron que poner el cuerpo para que la Sede Capital no fuera rematada. Ahora la historia es diferente, en parte gracias al trabajo tenaz de quienes sostuvieron de pie nuestro corazón en Villa del Parque; en parte gracias a la decisión de la Comisión Directiva de apostar por la recuperación de un espacio que reivindica cotidianamente que la función social de Racing. Por eso no llama para nada la atención que cada vez haya más gente practicando deportes en las instalaciones ubicadas sobre la calle Nogoyá. Por eso es frecuente que las obras avancen y se profundicen para brindar el mejor servicio posible.

Norberto Perone, el gerente de la sede, explica cómo se viene llevando adelante este proceso: “Es un proyecto que camina sin apuro pero sin pausa. Ya son más de 1.200 los socios que construyen sus vidas adentro de nuestra casa y esperamos que la cifra aumente en el mediano plazo. Sabemos que para eso es necesario crecer en todos los sentidos y lo pensamos lograr”. Una de las muestras más gráficas del crecimiento se evidenció el último 25 de marzo cuando se organizó una gran fiesta por el cumpleaños de la Academia que incluyó la inauguración de una plaza de juegos. Que varias de las reuniones dirigenciales se lleven adelante ahí es también una señal de la importancia que tiene hoy Villa del Parque en el escenario celeste y blanco.

La lista es larga: vóley, fútbol, básquet, futsal, handball, gimnasia artística, patín artístico y taekwondo son algunas de las disciplinas que empujan el desarrollo de Racing en la Ciudad de Buenos Aires. Con el orgullo de defender nuestra camiseta, con la consigna de funcionar como redes de contención afectiva, cada deporte sueña en grande y no se conforma con lo logrado hasta el momento. Más allá de los resultados circunstanciales, el objetivo de fondo sigue siendo transformar a Racing en una referencia en lo que respecta al despliegue de prácticas que contribuyan a la mejora de la calidad de vida de los vecinos. 

En un camino cargado de sonrisas, el club acelera por la ruta que le marca su pasado glorioso. Los días de urgencia quedaron lejos. Lo que viene será mucho mejor.