Una oportunidad para descubirir nuevos mundos, para comprender al que ya se conoce y para conocerse a uno mismo junto a los que nos rodean. Los libros encierran todas esas posibilidades adentro de sus páginas, al igual que muchas otras ligadas a la creatividad motivada por la imaginación y el saber humano. Es por eso que al presentarse en la Capital Federal una ocasión de tal magnitud como la 45ª edición de la Feria Internacional del Libro, Racing no se que quiso quedar afuera. Y lo más importante, no quiso que sus chicos se quedaran afuera.

El predio de exposiciones de La Rural del barrio porteño de Palermo se transformó de nuevo y por casi tres semanas en una usina en la que el conocimiento, la historia, la ficción y la realidad en todas sus variantes se pusieron a disposición del público, que ya adoptó como un clásico en su agenda cultural la cita obligada que esta feria representa, no sólo a nivel doméstico sino también como uno de los eventos del rubro más importantes de habla hispana. Racing Club concurre desde hace varios años a la cita de manera ininterrumpida, tanto desde su colegio como desde la Casa Tita Mattiussi, para favorecer mediante la actividad a la formación de sus jóvenes.     

En esta oportunidad la delegación racinguista presente en la feria estuvo formada por por 23 chicos, integrantes de las categorías juveniles de Racing Club (desde la Reserva hasta la Sexta División), junto a Cecilia Contarino, responsable de la pensión académica, y a varios de los trabajadores que contribuyen al día a día de la casa Tita como Gabriel Pugliese, José Juarez y Leonardo Giorno.