El Club

Adiós, Jaime

Sábado 18 de Noviembre de 2017
Martinoli, figura importante del Equipo de José que nos llevó a la gloria, falleció este sábado por la mañana a los 77. La Comisión Directiva, encabezada por Víctor Blanco, les envía siceras condolencias a sus seres queridos. Su memoria quedará por siempre en el Cilindro.
Adiós, Jaime
Lo vamos a extrañar. Claro que lo vamos a extrañar. Sus desbordes profundos contra la banda derecha y sus centros punzantes al corazón del área quedarán guardados para siempre en lo mejor de nuestras páginas de gloria. Jaime Donald Martinoli, campeón del mundo con la Academia el 4 de noviembre de 1967, delantero de enorme jerarquía que recibió una mil veces el cariño de nuestra hinchada, falleció este sábado por la mañana a los 77 años. Víctor Blanco, acompañado del resto de la Comisión Directiva, les envía sinceras condolencias a sus familiares y a sus seres queridos.

Martinoli llegó a Racing en 1965, junto a Norberto Raffo, directamente desde Banfield. La apuesta de la Academia era reforzar a un plantel que necesitaba jerarquía para regresar a los primeros planos y la intuición no falló: puntero veloz y preciso, Juan José Pizzuti le dio un lugar muy destacado durante la campaña que llevó a Racing a obtener el campeonato nacional en 1966. Con 18 conquistas, fue nuestro máximo goleador. Distinta fue la situación en 1967 porque las lesiones lo persiguieron y, como consecuencia, no tuvo tantas presencias en los logros internacionales. Sin embargo, pese a eso, integró la lista de los que conquistaron la gloria continental y mundial. Estuvo hasta 1968 mostrando su magia en el Cilindro. En total, disputó 88 partidos y convirtió 37 goles. 

Además de los títulos oficiales, el delantero correntino fue protagonista de un gran triunfo celeste y blanco que quedó grabado para la posteridad. “La mayor alegría que tuve fue jugar esa final contra Bayern Munich, cuando Racing inauguró una nueva iluminación en la cancha. Vinieron todos los monstruos: Beckenbauer, Gerd Muller, Sepp Maier. ¡Unas bestias! Yo los veía por televisión y ahí los pude enfrentar”, declaró alguna vez en relación a esa victoria valiosa. Una vez retirado, no continuó ligado al fútbol profesional.

Debido a la enfermedad que lo perseguía, no pudo estar en Avellaneda para disfrutar de la celebración por los 50 años de la consagración en el Estadio Centenario. Marcela y Mariana, sus hijas, asistieron en su nombre al Cilindro y le contaron después cuánto afectó circuló aquella noche por nuestra casa. 

A veces vale la pena decir lo evidente: la figura de Martinoli, pase lo que pase, estará siempre presente en nuestra memoria.
 

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