El 2018 se puso en marcha con la ilusión como bandera. La llegada de Diego Milito renovó la esperanza de Racing y, si a eso le sumamos los arribos de Eduardo Coudet y de varios refuerzos, las expectativas de cara al semestre que está arrancando son altas. En ese contexto, las obras en el Cilindro no se detienen porque el objetivo general sigue siendo elevar la calidad de la infraestructura. Y la secretaría técnica, el proyecto que comanda Milito, va camino a tener una oficina de lujo a metros del vestuario.

“El plan es recuperar un lugar que no estaba pudiendo ser usado por la humedad. Así que lo primero que hicimos fue corregir defectos de base en las paredes y en el techo para evitar que se siga acumulando agua”, explicó Julio Dhers, uno de los referentes del Departamento de Infraestructura. Pero eso no es todo porque se derrumbó también una pared interior para agrandar el espacio y optimizar así las instalaciones de un sitio que, por su ubicación, es lo que se precisa para iniciar un proceso que irá dando sus frutos paulatinamente.

Una vez que finalice la obra, que incluye la colocación de los mecanismos de seguridad adecuados para que la información almacenada ahí no corra riesgos, se pondrán los muebles y los dispositivos tecnológicos que requiere el seguimiento constante de futbolistas en todas partes del mundo. “Venimos avanzando según lo estipulado. Estamos con ganas de que esté todo listo para poder movernos todavía con más comocidad”, señaló Milito.

Racing sabe hacia dónde va. Y ese rumbo implica que la secretaría técnica se transforme en un actor fundamental para mantener de pie el sueño.