El Club

Dos finales, un desafío

Lunes 21 de Mayo de 2018
Racing fue campeón de la Supercopa 1988 ante Cruzeiro y el equipo brasilero se vengó en la edición de 1992. Mañana volverá al escenario en el que consagró de la mano del Coco Basile para tratar de cerrar el semestre con una alegría.
Dos finales, un desafío
No es una novedad. Es un duelo con historia propia. Cada cual construyó parte de su gloria mirando de frente al otro. El 18 de junio de 1988, Racing pudo empatar 1 a 1 en el Estadio Mineirao, quebró una racha de 21 años sin títulos oficiales y se consagró en la primera edición de la Supercopa. Con la desazón se quedó Cruzeiro. Cuatro años después, el 25 de noviembre de 1992, el cruce tuvo un resultado distinto: los brasileros perdieron por 1 a 0 en el Cilindro pero el triunfo por 4  a 0 en Belo Horizonte les bastó para alzar el trofeo continental. A la Academia le perteneció la tristeza aquella noche de primavera. Ahora, con esos encuentros como antecedentes, volverán a verse las caras en la noche de mañana, por la sexta fecha del Grupo 5 de la Libertadores. 

Racing venía construyendo una campaña bárbara. La primera final se disputó el 13 de junio en Avellaneda. Robson abrió la cuenta a los 36 de la primera parte. Parecía que se le complicaba al conjunto que dirigía Alfio Basile. Pero la combinación de garra y de fútbol apareció en el momento justo: Walter Fernández igualó antes del descanso y Miguel Ángel Colombatti convirtió el segundo poquito antes del desenlace para que el Cilindro estallara de ilusión. La revancha fue difícil. ¿Los once? Ubaldo Fillol, Carlos Vázquez, Gustavo Costas, Néstor Fabbri, Carlos Olarán, Jorge Acuña, Miguel Ludueña, Colombatti, Rubén Paz, Omar Catalán y Fernández. Perico Pérez y Ramón Medina Bello ingresaron después. Catalán marcó poco antes de que terminara la primera mitad y eso permitió que la conquista de Robson no pusiera en peligro el título. Fillol atajó todo lo que le tiraron en los últimos minutos y la Academia se abrazó a un trofeo que, hasta ese momento, nadie había levantado.

El recorrido de 1992 incluyó dejar en el camino a Independiente. Fue victoria por 2 a 1 el 2 de octubre con goles de Claudio García y de Félix Torres. La igualdad en la vuelta aseguró la clasificación. En los cuartos de final, Racing pasó porque Nacional, debido a una huelga de futbolistas en Uruguay, no presentó equipo. Flamengo fue el escollo en las semifinales: un grito Alfredo Graciani en el segundo partido alcanzó para meterse en la final. Cruzeiro llegó tras superar a Atlético Nacional, a River (por penales) y a Olimpia. La esperanza de la Academia de desbancar al campeón de 1991 no duró mucho porque la ida dejó la serie casi resuelta: con dos de Roberto Gaúcho, uno de Luiz Fernando y otro de Boiadeiro, el conjunto dirigido por Jair Pereira goleó para aterrizar sin apuros en Buenos Aires. El Turco García fue el autor de la única conquista de la revancha, que no pudo transformarse en remontada. 

Se vendrá un nuevo desafío y los dos querrán ganar. Sin la presión de una final, con ambos metidos en los octavos de final, la cita será igual tentadora. Racing es un grande y sabe que no puede especular.