El Club

Gracias, toda la vida

Domingo 19 de Agosto de 2018
Los campeones de la Supercopa 1988 tuvieron su merecido homenaje a 30 años del título: primero, un encuentro íntimo en la Casa Tita Mattiussi; y, después, una ovación adentro del campo de juego.
Gracias, toda la vida
El abuelo le explicó a su nieto que había agradecerle a aquel que estaba parado en el centro del campo de juego porque había sido portador de una zurda mágica. El abuelo le explicó también a su nieto que a aquel otro, más alto y con pinta de defensor central, había que ovacionarlo porque le había marcado un gol clave a River de cabeza. Y el abuelo le explicó por último a su nieto, ya cargado de emoción, ya con los campeones adentro de la cancha, que a los que hicieron grande a esta camiseta había que quererlos por siempre.

Los protagonistas de la Supercopa 1988 se dieron el lujo de recibir un enorme homenaje a 30 años de la obtención del título. Invitados por la Comisión Directiva, se reencontraron en la Casa Tita Mattiussi, donde fueron agasajados en un encuentro íntimo junto a sus familias y a sus seres queridos. “Es un honor para nosotros poder demostrarles lo importante que son para el club”, dijo Víctor Blanco cuando le tocó dirigirse al público. La respuesta vino desde la garganta de Walter Fernández, quien cantó un tango para deleitar a quienes desconocían su faceta de artista. 

La gesta comenzó el 24 de febrero de 1988 en Avellaneda con un triunfo por 2 a 0 frente al Santos y se concretó el 18 de junio, en el Estadio Mineirão, ante Cruzeiro. El gol de Omar Catalán y las atajadas del Pato Fillol le permitieron al equipo dirigido por Alfio Basile transformarse en el primer club que ganó este certamen. Poco después de las 19, en un Cilindro que iba poblándose lentamente, el plantel ingresó al terreno para recibir una avalancha de aplausos. Con el periodista Alex Caniza en la conducción, con los miembros de la Comisión Directiva cerca del círculo central, los futbolistas se colgaron las medallas confeccionadas especialmente para esta ocasión. Fillol y Gustavo Costas, quienes no pudieron estar por cuestiones de fuerza mayor, saludaron a todos a través de un video que se proyectó en la pantalla gigante. Los demás -Ítalo Ortiz, Carlos Olarán, Marcelo Asteggiano, Víctor Rabuñal, Gustavo Szulz, Eduardo Saporiti, Fabio Costas, Ramón Medina Bello, Miguel Colombatti, Néstor Fabbri, Carlos Vázquez, Omar Catalán, Jorge Acuña y Rubén Paz- no ocultaron su alegría por estar de nuevo en casa. 

La despedida fue con una vuelta olímpica que quedará grabada en la memoria. Tres décadas pasaron desde que aquella noche fantástica de Belo Horizonte que puso a Racing en boca de todo el continente. Por eso ahora, con los ojos empañados, el abuelo lo mira a su nieto de nuevo y le repite, una y otra vez, que a esos señores que están levantando los brazos hay que decirles, hoy y siempre, gracias, muchas gracias.   

Fotos: Paola Lara.