Racing no para. Al contrario. En este momento lejos de detener su andar por la proximidad de las fiestas y el final de un gran año para la institución, se sigue trabajando para que el 2019 sea aún mejor. Es por eso que lo que sucedió este miércoles por la noche en la sede social de Avellaneda no debe ni puede ser pasado por alto. Por la importancia política del evento y por la preponderancia institucional que significó la aprobación unánime del balance, que entregó un superávit de más de 616 millones de pesos. Una jornada histórica para celebrar y que invita a seguir construyendo un club cada día más grande.

El tercer piso de nuestra sede en la Avenida Mitre se mostró con socios e hinchas que se acercaron para apreciar en primera persona un evento que siempre despierta interés entre los racinguistas. Esta vez no fue la excepción. Y con la muy destacable presencia en el recinto de todos los asambleístas, los 40 de la mayoría y los 20 de la minoría, se procedió luego de las designaciones protocolares del inicio en la orden del día, al momento más esperado con la lectura de la Memoria y Balance General al 31 de agosto de 2018. Inmediatamente luego se pasó a la puesta en votación del balance general y la respuesta fue unánime: aprobación unánime por parte de toda la asamblea con el detalle destacadísimo e histórico que llegó desde el lado de los números y que entregó un superávit exacto de 616.520.502 millones de pesos.

Tras la conformidad en la votación y los aplausos generalizados en todo el lugar, el presidente Víctor Blanco tomó la palabra y se mostró emocionado por lo que se acababa de conseguirse desde el plano político e institucional. “Estamos viviendo días históricos en Racing y eso es algo para celebrar y para demostrar que este es el camino a seguir. Lo acontecido tanto con la escrituración de los terrenos en el Predio Tita como con esta aprobación del balance, son la coronación de un proceso de mucho trabajo en pos de los sueños y las expectativas de los socios y los hinchas”, mencionó el presidente académico.

Como broche de la jornada todos los asambleístas llevaron a cabo un brindis final, para dejar asentado también mediante los saludos y la camaradería todo lo que los votos se habían encargado de afirmar algunos minutos antes. Sin dudas fue un cierre de año a la altura de un 2018 extraordinario. A celebrarlo entonces y a imaginar los mejores deseos para que el próximo nos encuentre cada vez mejor y más arriba. A eso apunta el Primer Grande. Para eso trabaja Racing Club.