No hay mejor lugar que casa. Rodrigo de Paul lo sabe. Es por eso que el futbolista surgido de la cantera académica en el Predio Tita Mattiussi se da una vuelta por Avellaneda cada vez que puede. En este caso y aprovechando el receso del fútbol europeo, el pibe nacido en Sarandí hace 24 años aprovechó la ocasión para disfrutar unos días junto a sus afectos en el país y además, estuvo presente en el Cilindro para presenciar el empate entre la Academia y Unión.

Y como a los hijos siempre hay que quererlos y mimarlos del mismo modo, tanto cuando están en el hogar como cuando lo dejan para progresar y seguir adelante con su vida, la institución le entregó al jugador una camiseta personalizada y una plaqueta; ambas como reconocimientos de un sentimiento que permanence inalterable más allá del tiempo: el amor de Rodrigo por los colores de la Academia. Víctor Blanco y Diego Milito estuvieron junto al jugador que milita en el fútbol italiano en el emocionante momento, que fue acompañado por aplausos desde todos los costados del estadio. 

"Siempre es un placer volver acá. Racing es mi casa y siempre voy a sentir lo mismo por el club que desde el primer día que me puse la camiseta", mencionó el jugador de la Selección Argentina antes de afirmar tanto su sorpresa como su emoción al haber sido reconocido desde la institución. "No me lo esperaba. Yo quería pasar desapercibido. Sólo había venido a ver a Racing y a saludar a mucha gente querida que tengo acá. Pero haber recibido esto y darme cuenta de que me tienen presente es algo que me emociona y me llena de orgullo".