El Club

Emoción en la Catedral

Martes 05 de Noviembre de 2019
Los campeones del mundo fallecidos recibieron su homenaje, con una misa organizada por la Comisión Directiva. Monseñor Rubén Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús, conmovió con sus palabras.
Emoción en la Catedral
No están, pero sólo físicamente. Porque jamás abandonarán el corazón de la gente de Racing Club. Los campeones del mundo de 1967, los primeros en suelo argentino, tendrán gratitud eterna. Por eso, la misa celebrada en la Catedral de Avellaneda a última hora de la tarde del lunes 4 de noviembre, en homenaje a los integrantes del plantel, del cuerpo técnico, médico y dirigentes, fue un acto merecido e indispensable que la Comisión Directiva cumplió para una memoria vigente.

El obispo de Avellaneda-Lanús, Monseñor Rubén Oscar Frassia encabezó la ceremonia, con palabras que emocionaron a una concurrencia masiva, que cubrió buena parte del templo ubicado en el centro de la ciudad. Hincha de Racing, un sentimiento forjado desde chico cuando acompañaba a su padre, Monseñor Frassia destacó el valor del agradecimiento a los que hicieron historia y marcaron camino. Y con la fraternidad con los tres campeones que estuvieron en la Catedral: Humberto Maschio, Juan Carlos Rulli y Fernando Parenti.

El obispo reforzó su testimonio con la relevancia de la solidaridad, como quedó expuesto en la acción de la dirigencia. Miguel Jiménez, Bárbara Blanca, Roberto Torres, Pablo Mena y Daniel García representaron a la CD. Como cierre, Jiménez y Torres, en nombre de la institución, le entregaron una camiseta al obispo, con el nombre Rubén en el dorsal.

Para Agustín Cejas, Roberto Perfumo, Oscar Martín, Norberto Raffo, Juan José Rodríguez, João Cardoso, Nelson Pedro Chabay, Miguel Ángel Mori, Rubén Osvaldo Díaz, Jaime Martinoli, Néstor Rambert, Antonio Andrés Manillo, Luis Ángel Carrizo y Oscar Cáceres fueron las menciones, con espíritu de consolación. Porque la congoja, tal como resaltó el obispo Frassia, no debe imponerse en el recuerdo. Hubo, por supuesto, alusiones al resto de los que, en diversas funciones, compusieron aquella epopeya que se resume en El Equipo de José. Y no faltó la palabra para Tita Mattiussi.

Como debe ser, por todos los tiempos...