Por fin llegó… La ansiada presencialidad en el Colegio Racing Club, luego de un 2020 de cursos a distancias y de manera remota, tiene fecha cierta. De acuerdo con la apertura paulatina resuelta por el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, en los primeros días de marzo cada uno de los tres niveles de la institución podrá cobijar, de manera adecuada a un contexto todavía determinado por la vigencia de la pandemia de coronavirus, lo que antes era habitual: chicos y chicas en interacción con sus docentes.

El Colegio ya está listo para retomar su misión esencial que no fue interrumpida pese al prolongado paréntesis de clases virtuales: la formación de alumnos y alumnas en saberes y en valores de solidaridad, respeto por la diversidad y compromiso ciudadano. Para asumir el desafío que representa el dictado de clases de manera directa en las circunstancias actuales, las autoridades del Colegio, maestros, maestras, profesores y profesoras trabajaron en conjunto para avanzar en tres instancias: el relevamiento institucional, espacial y de insumos; la elaboración del Plan de Higiene, de los grupos mínimos de alumnado, de los horarios docentes, de los tiempos de descanso y del aseo personal y de la limpieza de las aulas, y la comunicación en tiempo y forma a toda la comunidad familiar y laboral.

El protocolo, de estricto cumplimiento, fue elaborado por las autoridades de los tres niveles de la institución, con las particularidades respectivas (por caso, el uso de barbijo no es obligatorio en las primeras instancias del nivel Inicial). Y contempla medidas amplias para las diferentes fases que suponen la rutina escolar. Así, habrá zonas delimitadas para ingresos y egresos del personal, alumnos y alumnas que, además, se hará de manera escalonada para evitar aglomeraciones, utilización de tapabocas permanente para todas las personas involucradas en la jornada diaria, limpieza varias veces al día de las zonas de tránsito frecuente (aulas, patios y otros espacios comunes desinfectados con amonio cuaternario), provisión de alcohol en gel en todo el edificio, distanciamiento entre los pupitres, observancia de hábitos de higiene (por caso, lavado de manos frecuentes) y una política de aplicación en caso de aparición de casos positivos en el universo de docentes, personal auxiliar y estudiantes.

Para los más pequeños, en el Jardín de Infantes, las autoriades aplicarán una modalidad de enseñanza bimodal: se trabajará desde la presencialidad y la virtualidad, acercándoles a los alumnos y alumnas todos los contenidos correspondientes mediante estas dos formas. Se dividirá a los niños y niñas en dos subgrupos, llamadas burbujas, dos por sala. Las mismas tendrán presencialidad alternada, garantizando la llegada de contenidos y actividades de manera virtual los días que no concurran al jardín, ya sea utilizando la plataforma Zoom, videollamadas, por medio de videos en las listas de difusión por whatsapp o por correo electrónico.