Racing recibió con mucha alegría a Quique Wolff, hombre de la casa que debutó con la camiseta académica el 16 de julio de 1967 en un clásico ante Boca. Marcador de punta de enorme nivel, técnico y veloz, disputó 165 partidos en Racing y convirtió 31 goles. Compartió plantel con los campeones del mundo y disfrutó de innumerables tardes junto a Tita Mattiussi. Se fue del club en 1973: pasó por River, por Las Palmas y por el Real Madrid, con el que ganó dos ligas españolas y una Copa del Rey. De regreso en el país, defendió las casacas de Argentinos Juniors y de Tigre. 

Además de consagrarse en el Campeonato Sudamericano de 1967 con la Selección juvenil, integró el plantel que disputó el Mundial 1974 en Alemania. Retirado de las canchas, se dedicó al periodismo deportivo, donde también recibió muchísimas distinciones. 

Víctor Blanco, Miguel Jiménez y Alfredo Chiodini estuvieron con él adentro del Cilindro y le entregaron una camiseta con el número cuatro en la espalda –el que usaba cuando jugaba- y una plaqueta.