Efemérides

Hazañas académicas: Un grito en el Estadio Centenario

Miércoles 04 de Noviembre de 2015
Hace exactamente 48 años, el 4 de noviembre de 1967, el Equipo de José vencía por 1 a 0 al Celtic de Escocia y se coronaba campeón de mundo. Juan Carlos Cárdenas, con un tiro para la eternidad, convirtió el gol que nos daría la gloria. 
Hazañas académicas: Un grito en el Estadio Centenario
Fue un remate tremendo y fue un abrazo que se prolongó desde un rincón de la cancha hasta todos los rincones de la Argentina. Fue un disparo impresionante, sacado de la galera, que puso al planeta ante una sorpresa que quedaría grabada para siempre. Fue Racing, símbolo de una ciudad del sur del conurbano bonaerense, el que causó asombro en el mundo entero al coronarse en la Copa Intercontinental. Fue el 4 de noviembre de 1967, hace justo hoy 48 años, en el Estadio Centenario de Montevideo, con una multitud alentando en las tribunas, frente al Celtic de Glasgow, el campeón europeo, con un tiro sensacional de Juan Carlos Cárdenas. Fue un triunfo inobjetable para hacerle conocer la gloria internacional a un club que ya había vivido esa sensación en el plano local. Fue desde ese día, y para siempre, que Racing se volvió el primer campeón de mundo argentino.

El Equipo de José siempre iba por todo. Ya había ganado el título en 1966 y la Copa Libertadores un par de meses antes. Primero, hubo viaje a Escocia para abrir la serie. El partido se disputó el 18 de octubre en el Hampden Park. Los locales fueron superiores al conjunto de Avellaneda y ganaron por 1 a 0. William McNeil, de cabeza, a los 24 del segundo tiempo, convirtió el único tanto de esa cita inicial. La revancha se jugó el 1 de noviembre en el Cilindro. Fue un duelo difícil, parejo y peleado en el que Racing debió mostrar agallas para mantenerse con vida. Celtic abrió la cuenta a los 21 de la primera parte desde los doce pasos. Antes del descanso, Norberto Raffo empató y sembró la esperanza en el Estadio Presidente Perón. Cárdenas, en el arranque del complemento, convirtió el segundo y obligó a definir la historia en Montevideo.

El árbitro Rodolfo Pérez Osorio esperó la salida de los equipos sin saber que se le vendría un desarrollo repleto de polémicas. Los once de la Academia fueron Agustín Cejas, Oscar Martín, Roberto Perfumo, Nelson Chabay, Juan José Rodríguez, Juan Carlos Rullo, Humberto Maschio, Joao Cardoso, Cárdenas y Raffo. Enfrente, estuvieron Fallon, Jim Craig, Tommy Gemmell, Bobby Murdoch, McNeil, John Clark, Jimmy Johnstone, Bobby Lennox, William Wallace, Robert Auld y John Hughes. Las reiteradas fricciones arrojaron un saldo de cinco expulsados: Basile y Rulli, por el lado racinguista; y Lennox, Johnstone y Hughes, por los europeos. Según cuentan las crónicas de la época, el encuentro fue trabado y con pocas posibilidades en las áreas. El gol del Chango, a los 10 de la segunda mitad, destrabó el cero y fue suficiente para garantizar la victoria argentina.

Juan José Pizzuti, el ideólogo de esta gesta, recibió todos los honores por haber construido un conjunto irrepetible. Los nombres que hicieron posible la conquista del planeta fueron Cejas, Perfumo, Martín, Basile, Rulli, Cárdenas, Raffo, Maschio, Rodríguez, Cardoso, Chabay, Mori, Rubén Díaz, Jaime Martinoli, Fernando Parenti, Néstor Rambert, Antonio Spilinga,  Antonio Manillo, Rodolfo Vilanoba, Luis Carrizo y Oscar Cáceres. Cada cual a su medida colaboró para que la grandeza del club diera un salto de calidad determinante.

Gracias y más gracias, entonces, a los protagonistas de la hazaña. A 48 años de semejante gesta, el recuerdo permanece intacto.