Efemérides

¡Feliz cumpleaños, uruguayo!

Miércoles 08 de Agosto de 2018
Rubén Paz fue ídolo desde que llegó y terminó de confirmarlo al ser campeón de la Supercopa 1988. Tuvo dos etapas como jugador del club. Hoy cumple 59 años y la Academia lo salud con todo el cariño.
¡Feliz cumpleaños, uruguayo!
Fue cuestión de verlo. De verlo y de decidir inmediatamente. No había lugar para muchas dudas: ese pibe tenía pasta para volverse un grande. Godoña, uno de los buscadores de talentos más famosos de Uruguay, observó cómo se movía Rubén Walter Paz junto a los gurises de su barrio y se prometió no dejarlo escapar. Claro que jamás imaginó que algún día el Cilindro se vendría abajo coreando el apodo con el que eran –y siguen siendo- conocidos en la Argentina la mayoría de los jugadores venidos del otro lado del Río de La Plata. Difícil era, hacia finales de la década de 1960, intuir el prestigio que ese muchachito de zurda notable conseguiría años más tarde brillando en el césped de Avellaneda. Sin embargo, algo vio Godoña y no se equivocó: nacido el 8 de agosto de 1959 en la ciudad de Artigas, se ganó todos los aplausos de la hinchada ni bien la gente lo vio jugar con la camiseta de Racing. Elegante, inteligente, conquistó la sensibilidad de un público que extrañaba disfrutar de alguien con tanta categoría.

Antes de recalar en la Academia, cosa que sucedió en 1987, el uruguayo jugó en Peñarol, en Internacional de Porto Alegre y en Racing Matra de París. En Uruguay y en Brasil, se cansó de obtener títulos y, en Francia, fue compañero de su compatriota Enzo Francescoli. Cuando Racing lo trajo, Alfio Basile era el entrenador y el Coco, rápido para advertir qué clase de futbolista tenía enfrente, le armó un equipo para que brillara. Y eso mismo pasó. Debutó el 4 de octubre de 1987 y ese mismo día le convirtió un gol de cabeza a San Lorenzo entrando por el segundo palo. Rápidamente, su pegada en los tiros libres se volvió famosa y todo el club lo adoptó como un símbolo de jerarquía. Querido por la tribuna y cómodo en el vestuario, se volvió figura y fue uno de los emblemas del conjunto que ganó la Supercopa y la Interamericana en 1988. 

Dos etapas tuvo Paz en la institución. La primera se extendió hasta 1989 y la segunda fue de 1990 a 1993. En el medio, vivió una fugaz estadía en el Genoa. Después de marcharse, regaló fantasías en Rampla Juniors, en Frontera Rivera, en Godoy Cruz, en Wanderers de Artigas, en Nacional de San José, en Tito Borjas de San José y en Pirata Juniors de Artigas. En el pico máximo de su extensa carrera, disputó los mundiales de México 1986 y de Italia 1990. En total, entre presentaciones nacionales e internacionales, jugó en Racing 152 partidos y marcó 33 tantos. “Anduve bien, pero aun así, me cuesta explicar el amor que la hinchada de Racing todavía siente por mí”, dijo alguna vez en una entrevista. Quizás él no encuentre motivos pero a la gente sí le sobran razones para entender el cariño.

El fenómeno de la zurda inolvidable cumple 59 años y Racing, como debe ser, lo saluda con todo el cariño.