Efemérides

Tres décadas de la Supercopa Interamericana

Lunes 17 de Septiembre de 2018
En el estadio Memorial Coliseum, en la ciudad de Los Ángeles, el conjunto de Aflio Basile alzó un nuevo título internacional. Fue tras ganarle por 3 a 0, en tiempo suplementario, al Sport Herediano de Costa Rica. A 30 años, el reconocimiento del club a los campeones.
Tres décadas de la Supercopa Interamericana
El 17 de septiembre de 1988, Racing se consagró otra vez campeón dejando en claro que tenía un plantel de lujo capaz de enfrentar de igual a igual a cualquiera. Esa vez, la Academia, que había obtenido la primera edición de la Supercopa un par de meses antes, consiguió la Supercopa Interamericana al vencer por 3 a 0, en tiempo suplementario, al Sport Herediano de Costa Rica en el estadio Memorial Coliseum de Los Ángeles, Estados Unidos.

Con el arbitraje del brasilero Romualdo Arpi Filho, ante la presencia de 5.000 espectadores, Alfio Basile puso de entrada la siguiente formación: Ubaldo Matildo Fillol, Carlos Vázquez, Gustavo Costas, Cosme Zaccanti, Carlos Olarán, Mario Videla, Jorge Acuña, Julio Olarticoechea, Rubén Paz, Ramón Medina Bello y Walter Fernández. Luego, ingresaron Julio César Balerio, Fabio Costas y Darío Decoud. Enfrente, dirigidos por el español Antonio Moyano, se pararon Alexis Rojas, Saborio, Chávez, Marín, Edwards, Roberto Carmona, Daniel Casas, César Méndez, Carlos Camacho, Jara y Germán Chavarría. 

Según las crónicas de ese momento, el desarrollo no fue entretenido y al equipo de Avellaneda se le hizo difícil doblegar a un adversario que corrió muchísimo. Tan complicado fue que el duelo debió definirse después de los 90 minutos. Los goles llegaron todos juntos, como una ráfaga en la que Racing pudo dejar en claro la diferencia de categoría: a los 92, Medina Bello convirtió el primero; a los 103, fue el uruguayo Paz el que dejó su sello en la red; y, a los 115, Decoud liquidó la historia para que Costas posara con el trofeo en la mano para todo el continente. 

Avalada por la CONMEBOL y por la CONCACAF, el título vino a engrandecer las vitrinas racinguistas.