Efemérides

Francisco Olázar, un emblema celeste y blanco

Lunes 17 de Septiembre de 2018
Entre 1908 y 1919, se cansó de ganar títulos con la Academia. Fue el histórico centrohalf del equipo multicampeón. A 60 años de su partida, Racing lo recuerda con mucho cariño.
Francisco Olázar, un emblema celeste y blanco
Francisco Carlos Olázar, nacido el 10 de julio de 1885 en Quilmes, ofrecía una imagen impoluta que generaba admiración en propios y en extraños. Surgido en el club Mariano Moreno, una pequeña institución de la zona de Avellaneda, llegó a Racing en 1908 para comenzar a desempeñarse como bastión de la Cuarta División. Y no se fue nunca más porque la camiseta celeste y blanca se le transformó en una patria profunda. Por eso todos lo trataban con el mayor de los respetos: porque nadie desconocía la categoría de un hombre que dejaría su sello en este deporte.

Dueño del círculo central, el centrohalf no solamente fue titular indiscutido en el equipo que obtuvo de forma consecutiva los campeonatos nacionales entre 1913 y 1919 sino que, además, fue el capitán a lo largo de todo ese glorioso período. Con conocimiento táctico, con fuerza para quitar y con técnica para resolver con la pelota en los pies, se dio también el gusto de coronarse en una cantidad importante de copas nacionales. Como si todo esto no fuera suficiente para dejar en claro su jerarquía, convirtió 37 goles a lo largo de su carrera en la Academia, algo bastante poco frecuente para alguien que se desempeñaba lejos del área contraria.

Evidente consecuencia. Haber jugado tan bien durante tanto tiempo lo hizo justo acreedor de un sitio en la Selección. Disputó varios partidos con el combinado nacional y se destacó por sus fortalezas defensivas y ofensivas. Y, dentro del vestuario, tuvo un rol protagónico porque, al igual que en Racing, fue un referente para todos sus compañeros por la capacidad para construir ambientes positivos de competencia. Ya retirado, fue entrenador de la Argentina en el mundial de Uruguay 1930 y consiguió el subcampeonato tras caer por 4 a 2 en la final.

Con 56 años, el 17 de septiembre de 1958, Olázar murió dejando una gran tristeza en la institución. A seis décadas de su partida, va este merecido homenaje.