Efemérides

Marcovecchio, ese sinónimo del gol en blanco y celeste

Miércoles 27 de Febrero de 2019
Depredador dentro del área, fue referente de Racing entre 1912 y 1922. En esa década defendiendo nuestra camiseta consiguió 20 títulos y convirtió muchísimos tantos. A 61 años de su partida, el club lo recuerda con todo el cariño.
Marcovecchio, ese sinónimo del gol en blanco y celeste
Primera verdad que está clara: la historia no empezó ayer. Segunda verdad indiscutible: la historia merece ser contada. Tercera verdad irrefutable: es fundamental conocer la historia para saber quién es uno y hacia dónde va uno. Racing cuenta con un pasado repleto de gloria y tuvo a lo largo de tantos años símbolos que forjaron la identidad del club; esos que desataron el amor de multitudes y que le entregaron la grandeza de la que todavía hoy disfruta. Por eso, como homenaje respetuoso, como saludo eterno, se los recuerda en las fechas que ya les pertenecen. A los ídolos académicos, simplemente gracias. 

Alberto Andrés Marcovecchio fue un campeón, un grandísimo campeón, un fenomenal campeón. Nació el 6 de mayo de 1893 en un rincón de Barracas al Sud y dio sus primeros pasos junto a la pelota en Porteño, un equipo de barrio conformado por chicos que llegarían lejos en este deporte. Su arribo al club se dio en medio de potentes remates, con edad de Cuarta División. En Reserva, que por aquel entonces se llamaba Intermedia, debutó en 1912 anotando ocho conquistas en un triunfo por 16 a 0 ante Belgrano. Eran los primeros indicios de que algo grande, muy grande, estaba por venir de la mano de un atacante excepcional.

En la cancha, Marcovio, como se lo conocía en el ambiente del fútbol, se juntó con fenómenos como Alberto Ohaco y armó un conjunto sensacional que se volvió referencia en el país y en el continente. Con la casaca celeste y blanca, ganó títulos y más títulos. 20 en total: ocho campeonatos nacionales (1913, 1914, 1915, 1916, 1917, 1918, 1919 y 1921), cuatro copas de Honor Municipalidad de Buenos Aires (1912, 1913, 1915 y 1917), cinco copas Doctor Carlos Ibarguren (1913, 1914, 1916, 1917 y 1918), una Copa de Honor Cousenier (1913) y dos campeonatos Rioplatense Doctor Ricardo C. Aldao (1917 y 1918). 

Según las estadísticas oficiales, el centrofoward marcó a lo largo de su carrera 287 goles en encuentros oficiales. A esa cifra, habría que agregarle todos los tantos anotados en amistosos. En 1917 y en 1919, Marcovecchio terminó además como el máximo artillero del torneo de Primera División. Durante la etapa en la que la Academia cosechó el heptacampeonato, su aporte en el área contraria resultó fundamental. Una severa fractura lo dejó afuera de la actividad en 1922. Igual, siguió ligado a la institución: presidió la Comisión de Hacienda en 1946 y en 1947.  

El 27 de febrero de 1958, Marcovecchio murió. Su partida significó una seria pérdida para Racing. En un nuevo aniversario de su partida, en la Academia se lo recuerda como una verdadera leyenda del club se lo merece.