Efemérides

Alberto Rastelli, colorado el sacrificio

Domingo 02 de Junio de 2019
Jugó con esta camiseta hasta 1955 y fue clave en la obtención del tricampeonato en 1951. Seis temporadas en el club le alcanzaron para ser muy reconocido. Racing rememora su historia en un nuevo aniversario de su partida.
Alberto Rastelli, colorado el sacrificio
Vamos a decirlo: siempre alguien tiene que correr. Sobre todo, cuando hay tanto tipo de buen pie. A Alberto Inocencio Rastelli le tocó cumplir ese papel en un equipo que quedaría grabado en la memoria del club. Nacido el 30 de junio de 1925 en la localidad bonaerense de Martínez, este notable mediocampista central comenzó su carrera en Boca. Sin lugar en el Xeneize, se mudó temporalmente a Gimnasia de La Plata hasta que Racing puso los ojos en su sacrificio y en su inteligencia. Corría 1949 y el Colorado, como se lo llamaba en el ambiente, era la pieza que faltaba para terminar de armar un gran conjunto que pudiera quebrar la racha de 24 años sin títulos locales.

Ni bien llegó al club, Guillermo Stábile, el entrenador de ese equipo, lo paró en el círculo central. Protegido en los costados por Juan Carlos Giménez y por Ernesto Gutiérrez, se consolidó como titular y formó parte de la alineación que se coronó de manera consecutiva en 1949, en 1950 y en 1951. Permaneció en la institución hasta 1955, cuando debió dejar la actividad a causa de las lesiones. En total, disputó 89 encuentros oficiales y convirtió dos goles. Ya fuera de las canchas, fue técnico de varios clubes del ascenso.

A puro despliegue, Rastelli se ganó enseguida el respeto de los que jugaban con él. Eso sí, antes de calzarse la casaca celeste y blanca, tuvo cierto temor por su pasado en el Lobo. "Tenía miedo de que mis nuevos compañeros me recriminaran las patadas que les había pegado. No quería ir a la concentración, pero me recibieron con mucho afecto", declaró alguna vez al recordar esos tiempos inolvidables. No solamente nadie le reprochó nada sino que lo invitaron a desplegarse por el césped con el mismo esmero con el que lo hacía en La Plata.

Racing, como debe ser, lo recuerda con el afecto que merecen los grandes en un nuevo aniversario de su partida.