Efemérides

Tucho Méndez, gambetas teñidas de blanco y celeste

Sábado 22 de Junio de 2019
Crack, porteño y tanguero, llegó a Racing en 1948 y formó parte del gran equipo que se consagró tricampeón en 1951. Jugó 128 partidos y dejó un sello inolvidable. Hoy, en un nuevo aniversario de su partida, el club lo recuerda con el afecto y el respeto que se merecen los grandes ídolos que han vestido su camiseta a lo largo de la historia. 
Tucho Méndez, gambetas teñidas de blanco y celeste
Primera verdad que está clara: la historia no empezó ayer. Segunda verdad indiscutible: la historia merece ser contada. Tercera verdad irrefutable: es fundamental conocer la historia para saber quién es uno y hacia dónde va uno. Racing, con 116 años de vida, con un pasado repleto de gloria, tuvo a lo largo de tantos años símbolos que forjaron la identidad del club, que desataron el amor de multitudes y que le entregaron la grandeza de la que todavía hoy disfruta. Por eso, como homenaje respetuoso, como saludo eterno, se los recuerda en las fechas que ya les pertenecen. A los ídolos académicos, simplemente gracias. 

Y una gambeta y un amague y un lujo y una genialidad. Todo para que el rival quedara en ridículo, todo para que los compañeros sonrieran por el asombro, todo para que los hinchas se cansaran de aplaudir. Así, así de simple y así de bien, jugaba al fútbol Norberto Doroteo Méndez, una joya con la pelota en los pies que llegó a Racing en 1948, proveniente de Huracán, junto a Juan Carlos Salvini y a Llamil Simes, para devolver al club a los primeros planos de la competencia. Y tan bien le fue que salió campeón de manera consecutiva en 1949, en 1950 y en 1951. 

Tucho, apodo con el que se lo conocía en el ambiente del fútbol, había nacido en el barrio porteño de Pompeya el 5 de enero de 1923. Se había criado con una dosis de arrabal, con la facha del galán y con el tango en los oídos. Debutó en Primera en el cuadro de Parque Patricios y su gran nivel hizo que la Academia depositara los ojos en él. Se quedó en Avellaneda hasta 1954 y, en total, disputó 128 partidos oficiales y convirtió 47 goles. Pasó también por Tigre y cerró su magnífica carrera en Huracán.

Con la Selección, ganó los Campeonatos Sudamericanos de 1945, de 1946 y de 1947. Es, junto al brasilero Zizinho, el máximo goleador histórico de ese torneo con 17 conquistas. Las lesiones le jugaron una mala pasada y debió abandonar al fútbol cuando todavía tenía cosas para dar. "Huracán fue mi novia; Racing, mi mujer; y la Selección, mi amante", dijo alguna vez en una entrevista. En los tres lados se lo recuerda con gran cariño por las alegrías que generó con tanto talento.

Méndez falleció el 22 de junio de 1998 a los 75 años. En un nuevo aniversario de su muerte, Racing le rinde una vez más el homenaje que un ídolo como él se merece. Gracias eternamente, Tucho.